Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional (FIN), conversó con Desde el Barrio acerca de la situación de los alquileres en la Argentina y las perspectivas para 2018. En particular destacó el lanzamiento de la Primera Encuesta Nacional de Inquilinos.
En primer lugar Muñoz explicó que «el objetivo es que nos permitan debatir en la Comisión de Legislación General el proyecto que viene desde el Senado. También buscamos datos sobre el sector, no hay un relevamiento importante desde 2008. Nos concentramos mucho en averiguar los precios en relación a los ingresos, y cuáles son las principales preocupaciones y expectativas del sector. Si buscaron créditos hipotecarios, si les negaron la posibilidad de alquilar por tener hijos, por poner algunos ejemplos. La encuesta va a estar disponible durante todo enero, y a principios de febrero vamos a procesar los datos, y luego haremos el informe para presentar ante la prensa, el poder ejecutivo y el poder legislativo«.
El dirigente de la FIN también señaló que «el panorama en el Congreso para discutir una ley de alquileres es difícil. El mercado ha tomado gran parte de las cámaras, lo cual se vio con el cajoneo primero y presentación de un anteproyecto armado por las grandes inmobiliarias y representado por los diputados oficialistas después. También hay una gran ausencia de la oposición, no hay un sector de la clase política que esté tomando este tema. Pero hay un hecho importante, que los inquilinos por primera vez están organizados en todo el país. No solo hay mucha participación en la encuesta sino que también en las provincias se logran avances debido a los esfuerzos de las organizaciones«.
Finalmente Muñoz anticipó que «este año tenemos cuatro objetivos a corto plazo para la Ciudad de Buenos Aires. Estamos en diálogo con el gobierno de la ciudad para resolver la cuestión de las garantías. También queremos un impuesto a la vivienda ociosa, para financiar la construcción de viviendas públicas con beneficios para sectores que tienen dificultades para acceder a la vivienda como la tercera edad y el de madres solteras y víctimas de violencia de género. Otro objetivo es que el inquilino no tenga que pagar ningún documento aparte del contrato de alquiler para entrar a una vivienda. Y en conjunto con el colectivo Ni Una Menos tenemos un proyecto para que todos los corredores inmobiliarios de la ciudad tengan que hacer un curso de género, ya que todavía hoy la mujer sigue siendo en general la que administra la vivienda, y el maltrato por parte de inmobiliarias y propietarios es muy grande«.
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