Agustín Rossi, diputado nacional electo y ex Ministro de Defensa durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, dialogó con La Señal para analizar la coyuntura política argentina.
Según Rossi «en este último mes y medio transcurrido desde las elecciones el gobierno muestra su cara verdadera. Cambiemos no es un ministro radical en la cartera de Agricultura, sino el presidente de la Sociedad Rural en ese ministerio. Plantea reformas que perjudican a los jubilados y a los trabajadores por un lado, y por el otro apela con cada vez más frecuencia a la mirada represiva contra el conflicto social, en lugar de negociar. Podría sintetizarse como un gobierno de derecha clásico: liberal en lo económico, autoritario en lo político, con una tendencia clara y manifiesta a utilizar hechos de violencia institucional. Lo que está pasando en el sur es la consecuencia. Mueren mapuches, que además son ciudadanos argentinos, al sufrir el cambio del diálogo por la represión«.
El entrevistado también señaló que «la política de defensa tiene un alineamiento con los Estados Unidos, porque es subsidiaria de la política exterior, en la que nos alejamos de la UNASUR. Hay un cambio en el contexto internacional. Nuestro gobierno veía con esperanza al BRICS y la ex presidente sostenía que Argentina debía convertirse en un miembro activo de ese bloque, transformarlo en BRICSA. Pero la crisis de Brasil, el estancamiento parcial de China por la recesión mundial, y la crisis del petróleo en Rusia, han hecho que ese polo de referencia se vea ante una situación más compleja».
Quien será jefe del Bloque de Diputados del FPV-PJ desde el 10 de diciembre se refirió a las perspectivas políticas para 2019 al afirmar que «tenemos que ofrecer una alternativa que contemple los intentos de encontrar miradas comunes entre los diferentes sectores de la oposición y construir un gran frente en común, con todos los que quieran ser opositores, aunque parezca una perogrullada. Es una falsa contradicción que haya que sumar solo a los se opusieron durante estos dos años o sumar a los que votaron aconpañando al oficialismo en determinados momentos. Hay que seguir recordando qué hizo cada uno pero al mismo tiempo necesitamos construir con todos los que así lo quieran. Hay que aprender de los dirigentes del movimiento obrero. Nadie le preguntó a Pablo Moyano qué pensaba hace un año y medio atrás. Decidió compartir y participar de la convocatoria de la Corriente Federal Sindical y las dos CTA, y marchó hacia adelante. Ese es el camino«.
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