
Por Carlos Aira (*)
La noticia impactó por su tinte trágico. Jorge Delhon – 52 años – se mató en la noche de ayer arrollado por una formación en Lanús. El abogado fue funcionario de Fútbol para Todos y horas atrás había sido apuntado por Alejandro Burzaco por presunto cobro de coimas. En su declaración a la justicia Neoyorkina en marco del FIFA-GATE, el ex CEO de Torneos y hermano del actual secretario de Seguridad, dijo que la empresa pagó hasta cuatro millones de dólares en coimas a Delhon y Pablo Paladino, director del programa hasta 2015. Paladino desestimó las acusaciones; al parecer, Delhon no soportó la andanada mediática y el acoso en redes sociales.
Fútbol para Todos. Tres palabras demonizadas desde agosto de 2009. El fútbol fue fundamental para la expansión comercial del Grupo Clarín. Tanto es así que se podría trazar un parte de aguas en el Grupo de la calle Tacuari: antes y después del fútbol. José Sbatella, ex titular de la UIF (Unidad Investigación Financiera) brindó precisiones en Radio Gráfica: «Mi situación con Clarin comienza en 2007 cuando se realizó la fusión Multicanal y Cablevisión. En aquellos días yo era presidente de la Comisión de Defensa de la Competencia. Viendo que esta situación era dañosa para los intereses nacionales – y en función que atacaba la competencia del mercado de cables del país y legalizaba el monopolio – me opuse. Fundamenté la negativa en que la estructura económica del Grupo Clarín se basa en mantener el monopolio del fútbol, estructura de control del cable a nivel nacional con el chantaje a los cableros chicos sin fútbol, a quienes le compraron su empresa creando una estructura monopólica».
Clarín tomó como algo personal la recuperación del negocio del mega-millonario negocio del fútbol. La campaña contra el rol del estado como dueño de los derechos de televisación fue notable. En cadena nacional, las cabezas visibles del conglomerado mediático le preguntaban al desprevenido ciudadano: ¿Por qué se invierte tanto dinero en fútbol cuando faltan hospitales y escuelas? La supuesta corrupción siempre en el centro de la escena. ¿Pero quién es Alejandro Burzaco, el hombre que anoche le sacó una sonrisa a los dueños de la moral?
Burzaco fue el discreto monje negro del fútbol argentino. Su figura se hizo pública en la noche del 14 de mayo de 2015. Fue la noche del gas pimienta en la Bombonera. Con su infaltable gorra verde, se lo vio dialogando dentro del campo de juego con el árbitro Darío Herrera, el veedor boliviano Roger Bello, los capitanes de ambos equipos y el presidente riverplatense Rodolfo D´Onofrio. Burzaco hizo lo posible para que el partido continuara. Llamados suplicantes a Fernando Niembro, comentarista de FOX y candidato a Diputado Nacional Cambiemos en aquellos días. Burzaco, accionista mayoritario del Museo de la Pasión Xeneize y de Santa Mónica, empresa que maneja derechos exclusivos de televisación de AFA, tuvo su antes y después el miércoles 27 de mayo de 2015.
Ese día la plana mayor de FIFA se reunió en Zurich, Suiza. Allí se realizaría el encuentro anual del organismo. Burzaco se encontraba por la zona. El mundo se estremeció cuando siete altos dirigentes fueron detenidos en el lujoso hotel Baur au Lac. Las órdenes de detención las firmó la jueza estadounidense Pamela Chen del Distrito Este de Nueva York. Burzaco fue uno de los 14 implicados por la justicia estadounidense en el caso de “corrupción generalizada durante las dos últimas décadas” en la FIFA. Se los acuso de fraude, asociación delictiva y blanqueo de capitales, entre otros delitos. La trama de sobornos se tejió en diversos acuerdos de marketing y derechos de televisación de competencias internacionales.
Alejandro es hermano de Eugenio. Actual secretario de Seguridad. Diputado PRO 2005-2009, Asesor de Seguridad del gobernador neuquino Jorge Sobisch en 2004, cuando fue asesinado el docente Carlos Fuentealba, Jefe de la Policía Metropolitana macrista entre 2009 y 2011. Su lazo con el fútbol es llamativo: fue el encargado de seguridad del Club Atlético River Plate donde habría tenido trato directo con Los Borrachos del Tablón. Desde el 10 de diciembre de 2015, Eugenio Burzaco es el Secretario de Seguridad de la Nación Argentina.
Burzaco se entregó en Bólzano, paradisíaca localidad italiana al pie de los Alpes. El CEO de Torneos confesó su culpabilidad en Nueva York. Se entregó al FBI con la promesa de delatar la trama de corrupción y acogerse al programa de Testigo Protegido. Trasladado a Nueva York, donde nunca pisó un calabozo, Burzaco dejó constancia que Torneos pagaba sobornos ya antes de su llegada y qué, informado de ello, acordó tener un papel activo en el esquema de sobornos. En situación de arresto domiciliario en Nueva York, Burzaco pagó veinte millones de dólares de fianza por su libertad condicional. Torneos, del Grupo Clarín, negoció un acuerdo con las autoridades judiciales neoyorkinas pagando 113 millones de dólares de multa para cerrar el caso.
Curioso, el hombre que motivo el regodeo de aquellos que se inflaman hablando la supuesta corrupción que envolvió el programa Fútbol para Todos, es el más corrupto de todos. Lo que hizo anoche fue una movida política que lo deje fuera del centro de la escena.
En su declaración, Burzaco apuntó contra la empresa Fox Sports – actual dueña de los derechos de televisación del fútbol argentino – por pagar coimas para obtener derechos de televisación de la Copa Libertadores y la Sudamericana. Fox es, junto a Turner, quienes ganaron los derechos de TV de la Superliga y cuentan con el Grupo Clarín como socio local. En su declaración, Burzaco dejó en claro que el Grupo Clarín está por fuera de esta red de corrupción.
Burzaco, que ya pagó 20 millones de dólares en concepto de fianza; que obligó a pagar una multa de 113 millones a Torneos, prometió devolver 21 millones de dólares e intenta reducir su sentencia.
(*) Conductor de Abrí la Cancha. Área Periodistica de Radio Gráfica.