Juan Carlos Schmid, triunviro de la Confederación General del Trabajo (CGT) y secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento, brindó una extensa entrevista que fue emitida en La Señal por Radio Gráfica. Consultado por Gustavo Ramírez, se expresó acerca del sindicalismo, la central obrera que co-conduce y el panorama político a nivel nacional.
En primer lugar reflexionó acerca del rol que ocupa el dirigente sindical, el cual según él «nunca fue fácil». «No haría juicio de valor sobre otros hombres que vivieron momentos mucho más duros que los que estamos atravesando» aunque «lo particular de este momento es que hay una caída de los valores morales y éticos de las relaciones humanas en el mundo y obviamente abarca al sindicalismo. Esto no sucede solo en Argentina y es demostrado por la caída de la tasa de afiliación sindical», caracterizó Schmid y añadió que «hoy representar esa vocación es doblemente importante» teniendo en cuenta que el argentino «es un sindicalismo con una alta densidad de afiliación que no se da en otra parte del mundo, además ejecuta paros generales que paralizan el país, cosa que casi no se da» a nivel global.
Quien conduce la CGT junto a Héctor Daer y Carlos Acuña, consideró que ser sindicalista «siempre va a ser una vocación apasionante y el que la encarna tiene que estar convencido y saber que tiene sus costos personales aunque a la vez tiene satisfacciones sólo tiene el hombre que está al frente de la lucha social».
«Si vos mirás el ciclo de los últimos 40 o 50 años de los grandes líderes sindicales en Argentina vas a encontrar figuras como Vandor, Lorenzo Miguel, Rucci o Ubaldini, quienes no murieron siendo ricos. Ideológicamente lo podemos desmenuzar por sus errores o vacilaciones, pero los tipos no murieron enriquecidos», rememoró el secretario general de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
En la República Argentina «en este último tiempo hay una ofensiva muy intensa para desprestigiar al sindicalismo pero esa ofensiva se sostiene también sobre la política, las organizaciones sociales y los medios independientes o alternativos» a través de la cual «intentan liquidar la existencia de los sindicatos».
En diálogo con Gustavo Ramírez, el dirigente sindical indicó «la unidad es lo que hace la CGT, con sus luces y sus sombras» y repasó como fue el proceso de reunificación de la central obrera. «Antes de llegar a la unidad, estuvimos discutiendo dos años seguidos y fuimos acercando posiciones para llegar al acuerdo de que tenía que haber un triunvirato, el cual se fue consolidando, protagonizando tres grandes movilizaciones y un paro general en un año de gestión». En ese sentido replicó «que esas protestas no se hayan traducido en una síntesis política que haya influenciado en el terreno electoral es otra discusión, pero ha habido una CGT que se ha puesto frente al reclamo».
Tras los comicios legislativos en los que el oficialismo se impuso a nivel nacional, mientras la oposición perdió fuerza por su dispersión, el titular de Dragado y Balizamiento declaró que «ese ejemplo hay que trasladarlo al campo político, al peronismo» para que en 2019 «los que somos peronistas, logremos ordenar nuestro movimiento y tengamos una alternativa que seduzca nuevamente al pueblo argentino».
Consultado sobre los procesos de flexibilización laboral que se dan en la región y sus posibles repercusiones en el país, Juan Carlos respondió que «el sindicalismo argentino ha tenido una fortaleza que ha demostrado en toda su historia. Los sindicatos no solo tienen su poder en la protesta, lo tienen también en su desarrollo económico. Hay una oferta de salud que abarca a millones de compatriotas y eso no está dispuesto a resignarlo el trabajador argentino». En esa línea se diferenció de la situación que atraviesa Brasil ya que en Argentina «nos sientan como actores de una reforma integral para los próximos dos años. Es decir que el poder político considera que el sindicalismo tiene que ser parte de la discusión, cuestión que no se da en otras partes del mundo».
De cara a la discusión de reforma laboral en nuestro país, el triunviro ratificó que desde la CGT «vamos a examinar todo. Uno se sienta en el ejercicio del acuerdo, ceder esto para ganar esto otro. Ese es el espíritu con el que hay que sentarse». A su vez «hay algunos límites que no estamos dispuestos a traspasar El tema de la ultraactividad, el convenio de jerarquía nacional y el modelo de seguridad social lo entendemos como una frontera que no se puede perforar».
«Siempre va a haber una discusión entre la dignidad del ser humano y la oferta del mercado capitalista, esa línea de tensión va a recorrer siempre el destino de la humanidad», sintetizó.
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