En la mañana del lunes 23, los trabajadores de la Imprenta Pellerano del centro quilmeño se encontraron con el portón cerrado. Adeudada la última quincena y con irregularidad en el pago de salarios desde hace meses, 16 trabajadores mantienen custodia en la planta para evitar que se sigan llevando máquinas y herramientas. El delegado Héctor Pelozo dialogó con Punto de Partida y comentó la situación.
En diálogo con Lucas Molinari, el delegado relató que «el taller ya venía en crisis, problemas de pago y otras cosas. Hace 10 días tuvimos una reunión donde nos plantearon qué es lo que querían hacer con el taller ya la producción era muy baja, compañeros con salarios pagos en dos o tres veces, aguinaldos atrasados, etc. Los empresarios dijeron que querían seguir adelante y que le iban a buscar la vuelta para no cerrar ni despedir personal, que después de las elecciones iba a haber más producción. La realidad es que cuando llegamos el lunes nos encontramos con el portón cerrado. Telefónicamente, nos comentaron que iban a pedir su propia quiebra, que no podían dar más».
Ubicado en Hipólito Yrigoyen 316 a pocas cuadras de la estación de Quilmes, en Pellerano se hacen trabajos publicitarios y cuenta con 16 trabajadores, mayoritariamente jóvenes menores de 30 con un máximo de 7 años de antigüedad. Pelozo comentó que al ingresar finalmente al taller «nos encontramos con que faltaban herramientas, todo el sector de encuadernación desmontado, planchas faltantes, trabajos terminados que habían desaparecido. Fue una maniobra de vaciamiento muy clara. Allí decidimos quedarnos en custodia de los materiales que quedan».
En la reunión que mantuvieron con la abogada de la empresa los trabajadores preguntaron «por la indemnización pero por ahora no hubo respuestas ni gestos de buena voluntad, la vemos lejana. Incluso tenemos una denuncia por usurpación del establecimiento». La Federación Gráfica Bonaerense ya se encuentra en el taller trabajando para sostener y fortalecer el reclamo. Suman decenas los talleres gráficos que cierran sus puertas a raíz del modelo económico desindustrializador. «Ninguna gráfica ni trabajador industrial está exento de que esto les pase. Ocho horas después de que ganara Cambiemos, ya había 16 trabajadores en la calle», sintetizó.
LFE / GF / RG