marzo 09, 2025

Julio Fernández Baraibar | «Soy un peronista de la Izquierda Nacional»

Julio Fernández Baraibar  |  «Soy un peronista de la Izquierda Nacional»

El pensador nacional Julio Fernández Baraibar estuvo presente en los cursos de periodismo que se dictan en la Federación Gráfica Bonaerense. En el aire de La Señal, junto a Gabriel Fernández – en su rol docente – y sus alumnos, discurrió una larga charla donde se tocaron diversos temas: CGT de los Argentinos, Izquierda Nacional y Peronismo, Medios de comunicación, Modelo industrial y la provincia de Formosa.

Baraibar recordó: «En mis años mozos tuve una historia con la CGT de los Argentinos. En 1968 tenía 21 años, estudiaba derecho en la Universidad Católica Argentina y formaba parte de grupos católicos progresistas cercanos al Concilio Vaticano II. La aparición de la CGT de los Argentinos fue un centro de atracción. Comencé a concurrir a las reuniones del primer piso, que era un hormigueo incesante de personas diversas. Allí organicé una comisión de apoyo al pueblo tucumano. La cabeza de esa organización fue el mítico dirigente Benito Romano. Fue en la Federación donde me vinculé a la izquierda nacional, integrándome a la misma».

En la misma dirección, siguió el recuerdo: «Había llegado a mis manos Revolución y Contrarevolución en Argentina (Jorge Abelardo Ramos. 1957), creando un impacto emocional que me atravesó la vida. Sabía de la existencia de un partido político llamado Partido Socialista de la Izquierda Nacional. Aquí en la FGB encontré a Roberto Vera y Horacio Cesarini. A partir de ellos y sus conversaciones me integro a la Izquierda Nacional de la cual sigo formando parte, por más que ya no exista en forma organizada. No tengo más remedio que decir que soy un peronista de izquierda nacional«.

Fernández Baraibar brindó una mirada sobre el rol de la izquierda nacional y su acercamiento al peronismo: «El gran aporte de Jorge Enea Spillimbergo y Jorge Abelardo Ramos fue haber podido explicar, términos marxistas, el sentido, características, composición y papel del peronismo en la historia argentina. Las fuerzas históricas profundas manifestadas en el peronismo en un país donde el conjunto de la izquierda marxista estaba totalmente enfrentada al peronismo por considerarlo fascista«.

«Nunca hubo una situación de peligro para Argentina durante la Segunda Guerra Mundial. Nada que pudiera determinar tan profundamente las divisiones políticas que duran en nuestro país hasta hoy día. Los peronistas que llevaron adelante la primera tarea de transformación se les puso el mote de nazi-fascistas. Pasados muchísimos años, a la La Cámpora se la caracterizó como Juventudes Hitlerianas. Es decir, esa división del mundo que impusieron las llamadas potencias democráticas posterior a la Segunda Guerra Mundial determinó la grieta política en Argentina«, señaló Baraibar.

En la charla realizada durante La Señal, el pensador habló del rol de los medios de comunicación: «Entre 2008 y 2016 vivimos una paradoja existencial: hombres y mujeres que decían estar en una dictadura y a nadie le llamaba la atención. Hablaban de acoso mediático. Una sobredosis de envenenamiento que transformaron a una sociedad que dispuso un odio irracional. Ahora, que son gobierno y manejan todos los medios privados y públicos, están aplicando un cepo informativo que no tiene parangón en la historia argentina en períodos democráticos. En los países occidentales, la prensa está regimentada. En los diarios norteamericanos no hay resquicio para un pensamiento crítico. Puede haber lugar para una discusión secundaria, pero en lo central de la política, hay una absoluta regimentación»

«Argentina vive en una especie de empate histórico«; reflexionó el pensado, quién agregó: «Por un lado está la Argentina agro-exportadora y otra industrial. Vivimos una repetición cíclica de lo mismo porque los protagonistas sociales son los mismos: la vieja oligarquía agrico-ganadera junto al capital financiero y los sectores importadores. Del otro lado, los trabajadores, los industriales, los empleados públicos y el sistema popular ligado a un país industrial. En 2001 el sector agroexportador entró en crisis y regresamos nosotros al poder con nuestras banderas. El problema es que nunca logramos establecer en forma definitiva una estructura industrial para el país. Cuando tenemos una debilidad regresa esa vieja estructura agro-exportadora»

«Siempre existieron divisiones y tensiones internas. Cuando la Argentina industrial gobierna tenemos como tarea trascendental mantener la unidad de esos sectores. Por ejemplo obreros e industriales con sus contradicciones. Son los sectores que nos brindan fuerza y poder como proyecto transformador, ya que se enfrentan con poderes económicos pesados e importantes del país: el capital imperialista, financiero, el mundo agro-exportador, el mundo de la soja y los grandes exportadores. Para enfrentar ese sistema necesitamos fuerza. Tanta, que a veces no alcanzan los votos. Supongamos que logramos una elección presidencial de 70%, ni eso alcanza. Necesitamos el conjunto de las fuerzas nacionales porque lo que tenés delante es poderosísimo«, expresó el pensador.

En charla con los alumnos del curso de periodismo de la Federación Gráfica Bonaerense, Baraibar expresó: «Tuvimos grandes problemas en políticas comunicacionales. Salta a la vista que dictamos una Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que tuvo amplio apoyo parlamentario, con una discusión a lo ancho y largo de todo el país como ninguna ley haya tenido, pero no fuimos capaces de llevarla adelante. Un recurso de amparo nos impidió la adecuación de Clarín a la ley, si no también los demás efectos, como que no se hayan otorgado licencias a los actores políticos y sociales del movimiento nacional«

«No supimos utilizar los recursos intelectuales y políticos dándoles apoyo económico desde el estado. Se gastaron fortunas de dinero público en prensa hegemónico y no con dinero que podía cambiarle la vida a Radio Gráfica y otros tantos medios populares. Ese fue uno de los grandes errores del gobierno pasado. Otro, haber tratado de inventar una burguesía comunicacional tomando tipos de un prontuario muy dudoso y convirtiéndolos en empresarios. Cuando terminó el gobierno también terminó su rol de empresario comunicacional. ¿Porque le dimos dinero a Spolzky? ¿No teníamos nadie más? Hubo errores muy grandes. Para decirlo con todas las letras: lo que se pretendió comunicar fue restringido. En los últimos años, a un nivel sectario. Un mensaje que no llegaba a la señora de Catamarca y al chacarero de Formosa. Un cuestionario que no hacía a los intereses más profundos del pueblo argentino. Sí a un sector urbano-medio ilustado y académico. Creo que 6-7-8 cumplió una función durante un tiempo y luego fue una repetición de algo que no correspondía a las necesidades. Como ejemplo, 6-7-8 tan sólo convocó al candidato Daniel Scioli», dijo Baraibar.

Baraibar catalogó como irrelevante un acercamiento entre las distintas izquierdas y agregó: «El Colorado Ramos decía que le parecía excelente que se juntaran todos los sectores mientras no estuviera la izquierda nacional. La izquierda argentina no tiene entidad política. No es determinante para ningún desarrollo político. Hoy hay un sector de aquella izquierda que están cerca de una posición nacional. Es cierto que el Partido Comunista perdió parte de su toxicidad dando cuenta que no existe la Unión Soviética a la cual respondía. Pero los grupos trotzkistas no tienen relevancia. Ocupan el viejo lugar del Partido Socialista de Juan B. Justo. Son una versión agitativa y quilombera, pero el núcleo central del pensamiento es el mismo». 

«En la izquierda subyace el origen inmigratorio de sus fundadores. No aparece como una contradicción interna de clases sociales si no como producto de importación. Viene de los barcos junto a los inmigrantes. Ninguna de las cuestiones fundamentales que encara la izquierda argentina desde su fundación hasta aquí estuvo determinada por la unidad latinoamericana o la creación de un estado industrial con justicia social. Rodolfo Ghioldi llegó a decir, refiriéndose al país, que se hundan los catorce ranchos (provincias) mientras se pueda mantener el Partido Comunista. La izquierda argentina tiene origen bastardo y sólo un proceso analítico y una utilización de los instrumentos atravesados por la cuestión nacional pueden dar utilidad. Si no, la izquierda está determinada por público de las grandes universidades del país y en sectores donde el peronismo claudica o tiende a claudicar del papel histórico que corresponde», sentenció el hombre de la izquierda nacional.

Finalmente, Baraibar tuvo palabras para Gildo Insfrán, gobernador de Formosa: «No se puede hablar de Gildo sin explicar la provincia. Formosa fue, hasta 1995, el patito feo del federalismo argentino. Formosa fue la provincia que el ministro Domingo Cavallo calificó de inviable. Fue la última provincia en provincializarse. Lo hizo Perón en julio de 1955. Una provincia que vivía de lo que podía y donde conviven Pilagás, Wichis y Qom. Gildo Insfrán se hizo cargo de la gobernación en 1995. Llegó junto a un proyecto de adaptación de la provincia al modelo histórico de Juan Domingo Perón. Puso en marcha un proceso basado en el otorgamiento de la propiedad a los campesinos que carecían de títulos y era la vieja reivindicación de las ligas agrarias. Estructuró la economía provincial a través de la ruta 81. Dividió la provincia en células productivas generando un sistema de comunicación y producción propias. Así convirtió Formosa en una provincia viable y productiva. Con autonomía fiscal y financiera Sin fondos coparticipables para llevar adelante sueldos y obra pública, carente de deuda externa o interna». 

CA/GF/RG

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