Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980, expresó en La Señal su malestar por la visita del premier israelí Benjamín Netanyahu, el proceso judicial hacia Milagro Sala y el el rol del gobierno en la desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Ante la visita de Netanyahu, el fundador del Serpaj dijo «no poder quedarse callado frente a un hombre que cometió atrocidades, que oprime al pueblo palestino y tiene un represor de la última dictadura cívico-militar sin extraditar como Teodoro Gauto«; También exhortó a Mauricio Macri a «reclamar al premier israelí la extradición de Gauto por crímenes de lesa humanidad«
«El primer ministro israelí viene a nuestro país a hacer negocios. Tanto él como el presidente privilegian el capital financiero por sobre la vida de los pueblos. Como decía Oscar Wilde: saben el precio de todas las cosas y el valor de ninguna. Israel intervino América Latina con lo peor y viene a hacer acuerdos de seguridad. Eso sin dudas nos generará más inseguridad«, dijo Pérez Esquivel a Radio Gráfica.
Para el Nobel, «La democracia no sólo es poner un voto en la urna. Democracia son derechos para todos. Los derechos humanos son valores indivisibles de la construcción democrática. Si se violan reprimiendo despedidos o comunidades indígenas, allí no hay reclamo, hay represión; y nos están mostrando una situación de vida muy difícil para el pueblo».
Consultado en La Señal sobre la situación de Milagro Sala, Pérez Esquivel expresó: «Hemos ido a visitarla. Estuvimos con el gobernador Gerardo Morales quién me dijo que su encarcelamiento es un tema judicial. Miente. Es un problema político ya que se ha iniciado una persecusión. Lo que más me preocupa no es el parecer del gobernador o el condicionamiento judicial. Me preocupa el partido radical. Están traicionando la bandera de Hipólito Yrigoyen y Raul Alfonsín. Este último fue un hombre de los Derechos Humanos. Hoy nos encontramos con esta alianza entre el radicalismo y Pro. Hay cosas que no cierran. Por eso tengo tantos amigos radicales que están preocupados por la política del Comité Nacional del partido».
Finalmente, Pérez Esquivel mostró su preocupación por el caso Santiago Maldonado: «El gobierno está dando vueltas para dar una solución al problema. Van más de cuarenta días sin rastros. Hemos ido a visitar a sus padres. Desde la Comisión Provincial por la Memoria nos hemos presentado como querellantes en la causa. Hay mucha angustia y pocas pistas serias, sobre todo porque el juez Otranto no quiere indagar a quien llevó adelante la represión sin orden judicial. El gobierno trata de ocultar la responsabilidad de gendarmería. Habrá que seguir trabajando para que Santiago aparezca con vida, sino, saber que pasó con él».
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