Federico Montero, Secretario de Organización de la CONADU (Confederación Nacional de Docentes Universitarios) y Secretario General de FEDUBA (Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires), conversó con Punto de partida acerca de la situación salarial y presupuestaria en la educación superior.
Montero explicó que actualmente se desarrolla «un paro de una semana. Hace doce años que no se realizaba una medida de estas características. Tiene un alto nivel de acatamiento en todo el país, y se ejerce con distintas modalidades como asambleas, presencia en la vía pública, en las estaciones de trenes. Hoy vamos a comenzar clases públicas frente al Ministerio de Educación. El objetivo es visibilizar el conflicto, que se relaciona con lo salarial, lo presupuestario y las políticas universitarias. También vamos a convocar a una marcha para el próximo martes 16 de mayo a las 17 desde el Congreso hasta el Palacio Pizzurno«.
Sobre la movilización Montero adelantó que «será una marcha de carácter federal, donde habrá participación de profesores, investigadores y estudiantes de todo el país, para decirle al ministro Esteban Bullrich que el pueblo argentino no está dispuesto a revertir un camino que habíamos emprendido, el de la expansión y el desarrollo del sistema público de universitario a través de la creación de nuevas instituciones allí donde más se lo necesita. Al atacar los salarios docentes, al atacar las políticas del sector, no solo se agrede a los trabajadores sino al conjunto de la sociedad, que encuentra en la universidad pública un factor de movilidad social ascendente».
Finalmente el entrevistado brindó los detalles del conflicto al señalar que «esta negociación empezó el 23 de febrero, hoy estamos a 9 de mayo y la oferta es la misma: un 18% de aumento salarial más un plus del 2% que cobraríamos en 2018. Implicaría que perdamos un 15% de nuestro salario, y ningún dirigente sindical puede avalar semejante nivel de pérdida en el sueldo de sus representados. Al mismo tiempo Mauricio Macri practica un disciplinamiento selectivo a través de las partidas de presupuesto. Las universidades que se alinean con el gobierno reciben ciertos fondos extras que las otras no. Esto afecta fuertemente a las universidades del conurbano, que se crearon en los últimos 3 o 4 años, y sufren la presión presupuestaria, porque los docentes son contratados y el gobierno se niega a poner los fondos que se necesitan para regularizarlos. Estamos ante una política que cercena los derechos logrados en los últimos años en la Argentina«.
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