Héctor Amichetti, secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), dialogó en Radio Gráfica sobre lo que significó la movilización del 7 de marzo, la indefinición del Triunvirato que conduce la CGT y el comunicado de la CFT que propone fecha para el paro ya resuelto.
En comunicación con Gabriel Fernández en Terapia de Grupo, Amichetti expresó que «hemos hecho una reunión de secretarios generales de gremios de la CFT y hemos evaluado la movilización. Primero, valoramos la concurrencia masiva de los trabajadores de todos los gremios. Superó lo que era el referente de la CGT, se sumaron más sectores. Lo que demandaba esa masa de trabajadores era una medida de fuerza que le diera continuidad a esa marcha. El hecho de no haberlo anunciado genera cierta frustración».
El dirigente sindical expuso que en el comunicado «reclamamos y proponemos el 30 de marzo para el paro general. Esta fecha en referencia al significado de aquella gran movilización de 1982. Es imprescindible, y lo planteamos en el comunicado, que se convoque a una reunión de Comité Central Confederal para que mas allá de ratificar esa fecha de paro se determine la continuidad del plan de acción. Hay que llegar a un cambio absoluto de la política económica del gobierno. No hay expectativa de cambio de parte del gobierno. Se tiene que hacer sí o sí, porque estamos poniendo en juego la Central de Trabajadores. No hubiera sido posible la movilización sin una central obrera que la convoque. Es importante preservar con decisiones firmes lo que es la organización. La conducción tiene situaciones de indefinición como la del 7 de marzo».
Añadió que «la CGT no sólo es importante en la lucha de los trabajadores sino en la reconstrucción de la alternativa política».
El referente de la CFT destacó que «lo más importante de todo es responder a ese planteo porque fue el hecho político trascendental. Si no definimos claramente lo que definió el Comité Central ya hace unos meses, ocurre que le estamos dando un blanco a aquellos que quieren desprestigiar a la Confederación General del Trabajo. La CGT no es nadie. Es de los trabajadores».
Luego, interrogado por Gustavo Ramírez, Héctor se refirió a la legitimidad del Triunvirato de la CGT. «Yo creo que no es bueno lo que sucedió en la movilización. El no definir significa cierta expectativa en que el gobierno pueda abrir algún tipo de negociación con respecto a los reclamos. Eso a esta altura ya no tiene que ser así, ya hemos probado con un diálogo que ha sido frustrante». En ese sentido agregó que «el proyecto del gobierno es absolutamente contrario a lo que nosotros defendemos como derechos, conquistas laborales y la defensa del trabajo. Tiene un desprecio absoluto por la preservación de la fuente de trabajo. Esto es una demostración clara de que no se puede dialogar con este gobierno».
Sobre la necesidad de abrir la actual conducción de la CGT e insertar gremios representativos, gremios industriales como los que integran la Corriente, sostuvo que «si no se responde a lo que estamos reclamando, es imprescindible. Tendrá que haber un debate dentro de la GGT. Hay compañeros en la conducción de la CGT que consideran que hay que presionar, pero que hay que encontrar caminos de rectificación del gobierno, tienen otra mirada política. Esto es lo preocupante por que no hay una lectura política de que marco se esta dando en este enfrentamiento El primer paso es cumplir con el mandato que ya esta fijado, llamar a un paro antes de fin de mes e ir a un confederal para reafirmar la continuidad del plan de lucha».
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