El doctor Jorge Rachid, médico sanitarista y militante popular, analizó en Punto de Partida los acuerdos parlamentarios que posibilitarían a corto plazo la sanción de la nueva Ley de Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ART). El gobierno de Mauricio Macri había intentado promulgarla por decreto pero posteriormente volvió sobre sus pasos.
Rachid se refirió en primer lugar al sistema de las ART al que calificó de «perverso, discriminador y lesivo para los trabajadores. Para que lo tengamos en cuenta, las leyes vigentes sobre seguridad e higiene laboral fueron dictadas por Alejandro Agustín Lanusse y promulgadas por Jorge Rafael Videla. Son leyes de dictaduras cívico-militares. La reforma que emprendió el gobierno pretende, en un nuevo contexto de flexibilización laboral, bajar aún más las condiciones mínimas de seguridad para los trabajadores, y les saca la posibilidad de recurrir a la justicia, al poner todo el poder de decisión en manos de las comisiones médicas financiadas por las aseguradoras laborales».
En cuanto al aspecto político de sostuvo que «hay un elemento que es isoslayable. La decisión de no sancionar la reforma por decreto se debe a que la comisión parlamentaria correspondiente, manejada por el Frente Para la Victoria, no iba a permitir su avance. Por lo tanto se hizo un acuerdo con Sergio Massa, quien será el responsable de que salga esta ley. Si se aprueba en diputados, van a ser sus diputados los que avalen uno de los sistemas más trágicos que sufren los trabajadores argentinos. Macri no quería que esto se visibilice y por eso intentó aprobarla con un DNU tras su tratamiento en el senado, pero al no poder superar la oposición de la bicameral encargada de revisarlo dio marcha atrás y negoció por abajo de la alfombra con Massa».
Rachid también hizo alusión al panorama mundial y su vínculo con la cuestión médica en nuestro país. Según explicó «los especuladores financieros que manejan los fondos de inversión como Paul Singer o Donald Rumsfeld, se han adueñado de patentes medicinales pero no producen realmente ningún medicamento. En esta confrontación industrial donde Donald Trump pretende privilegiar la producción y no el financiamiento, a nosotros nos beneficia porque dio de baja el Tratado Transpacífico, una de cuyas cláusulas era prohibirnos la fabricación de remedios genéricos. En ese sentido, hay que admitir que el gobierno de Macri está tratando de reimpulsar la Ley de Genéricos, que mejorada puede ser un buen instrumento para nuestros enfermos y para avanzar hacia la soberanía sanitaria»..
MG / GF / RG