El presidente Mauricio Macri firmó un decreto por el cual reforma el régimen de ART. Desde los sectores sindicales se denuncia que este decreto favorece al gran empresariado que quiere bajar costos laborales.
En Abramos la Boca entrevistaron al diputado nacional Héctor Recalde, quién se expresó contrario al decreto presidencial: «No había urgencia ni necesidad. Para colmo, la modificación tiene estado parlamentario porque la Ley de Riesgos de Trabajo fue sancionada el 21 de diciembre pasado por el Senado y tendría que ir a Diputados. Si el Presidente entendía que era urgente y necesario, hubiera citado a sesiones extraordinarias en enero y teníamos obligación de tratarlo».
Para Recalde «el sistema de ART es contradictorio. Nació durante en 1995, durante la época más álgida de flexibilización laboral. Sufrió descalificaciones por su inconstitucionalidad, sobre todo en la época de Néstor Kirchner. En necesario remarcar que un sistema de seguridad social y prevención no puede estar contaminada por el lucro, y las ART son compañías de lucro. Si las comisiones médicas otorgan grados de incapacidad, si son ellas las enfermedades que tienen que reconocer, habría menor rentabilidad en las ART. Lo que están haciendo es poner mayores obstáculos al trabajador para acceder a la justicia, ya que el mismo no puede estar en manos de comisiones administrativas que operen como tribunales. Por otra parte, excluye al trabajador de la posibilidad de acceder al recurso de la Justicia Nacional del Trabajo«.
«En Argentina hay un serio problema de institucionalidad«, remarcó el diputado, quién agregó: «el primer mandatario piensa que manda sobre todo. Opera sin importar Constitución y ley. En algunas cosas hay ensayo, como en el tema de los feriados. No fue un error sino parte una filosofía del gobierno. Cuando vieron la inmensa reacción de la gran mayoría del pueblo, el gobierno advirtió que no hacía modificaciones, el 24 de marzo próximo hubieran vivido un verdadero plebiscito en contra de Mauricio Macri».
Héctor Recalde también se manifestó sobre el paro de la CGT el 7 de marzo próximo: «Al gobierno le salió un martes 7. Creo que los tiempos de tolerancia con el gobierno se ha agotado», y remarcó: «El Movimiento Obrero siempre tuvo un matriz diferenciador. Los hay dialoguistas y combativos. La demora para tomar resoluciones fue el precio que pagaron por la unidad. Pero como dicen los gauchos, no hay plazo que no se cumpla, deuda que no se pague y tiento que no se rompa. Mientras el gobierno siga con su plan neoliberal transfiriendo recursos de los sectores populares, la reacción se acrecentará«.
Finalmente, el diputado dio cuenta de la devastación industrial que se está llevando adelante: «se comenzó a destruir lo que hemos construido en tres gobiernos. Nosotros queremos un país industrializado. No uno que exporte commodities. Este es un programa neoliberal que levanta dos banderas: ajuste y endeudamiento. Para llevarlas adelante tiene que bajar salarios y despedir«.
CA/GF/RG