abril 23, 2025

Emergencia social | «Se terminaron los tiempos que tenían para gobernar»

Emergencia social | «Se terminaron los tiempos que tenían para gobernar»

La Confederación General del Trabajo (CGT), organizaciones sociales y de la economía popular se movilizaron a las puertas del Congreso de la Nación para exigir la sanción de la Ley de Emergencia Social que ya fue aprobada en el Senado pero aún no se movió en Diputados. Con tiempos parlamentarios acotados (las sesiones ordinarias culminan el 30 de noviembre), el oficialismo apuesta a no tratar la iniciativa que exige el aumento del 15% de las asignaciones sociales, un salario complementario y la creación de un millón de puestos de trabajo. Otra de las posibilidades es que la normativa se sancione y que Mauricio Macri decida vetarla, como hizo con la Ley Antidespidos.

Con concentraciones en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires, las distintas organizaciones y sindicatos se movilizaron a la Plaza de los Dos Congresos para reclamar la sanción de la Ley de Emergencia Social. El acto central comenzó puntual, a las 16, ante una multitud. Entre bombos, banderas, parrillas y fuegos artificiales, Carlos Acuña, uno de los secretarios generales de la CGT, tomó la palabra desde el escenario principal. El mismo estaba adornado por una gigantografía de Juan Domingo Perón y, en la parte superior, la consigna de la movilización: «Unidad por la justicia social».

Acuña le exigió al presidente Mauricio Macri que «empiece a cumplir con los compromisos de campaña» y remarcó que «no puede ser que los candidatos se comprometan con cosas para pedir el voto de los trabajadores y humildes y cuando llegan al Gobierno no cumplen». El dirigente afirmó  que «se terminaron los tiempos que tenían para gobernar, queremos respuestas ya» y aseguró que la central obrera y organizaciones sociales «no van a dudar en tomar las medidas que tengan que tomar para que escuchen».Esta semana se celebró, de manera irónica, el «Día de la mentira nacional» al cumplirse un año del debate presidencial que enfrentó a Macri y Daniel Scioli.

Leonardo Grosso, diputado Peronismo para la Victoria y Juan Manuel Abal Medina, senador Frente para la Victoria

Otro de los oradores del acto fue Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, quien afirmó que «este Gobierno está destruyendo el trabajo argentino». Por eso, le exigió al Congreso de la Nación que «el próximo jueves (24 de noviembre) debe aprobar la Ley» de Emergencia Social y advirtió que «si el Presidente la llega a vetar, se va a equivocar terriblemente porque nosotros vamos a seguir en la calle defendiendo nuestros derechos».

El Gobierno esgrimió, como una de las razones que dificulta la aplicación de la ley (si esta llegara a sancionarse), el costo fiscal que implica. Según los cálculos oficiales, sólo en diciembre la Emergencia Social demandaría $1.000 millones y $11.000 millones para todo 2017. Al respecto, Alderete reclamó que «el costo tiene que salir del impuesto al cheque, tienen que hacer pagar al juego y al sistema financiero. Con eso pueden ir resolviendo el problema social» y sentenció que «hasta no lograr el trabajo genuino, no vamos a aflojar».

Hector Amichetti – Secretario General Adjunto del Sindicato Federación Gráfica Bonaerense

Luego tomó la palabra Esteban Castro, dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), para resaltar la necesidad de «construir la unidad». Castro planteó que «los compañeros de la mesa directiva de la CGT dijeron que todos somos trabajadores, pero ahora hay que construir la unidad de acción y ésta es la unidad de acción«, en referencia a la masiva e histórica movilización que reunió a la central obrera con organizaciones sociales y de la economía popular.

En relación al salario, uno de los puntos del proyecto de ley, Castro explicó que «los trabajadores somos los que producimos la riqueza pero lo que nos llevamos es el salario y acá hay un 40% de compañeros que no tienen salario», por ello las organizaciones sociales reclaman una remuneración complementaria para que complete «el salario que nosotros hemos logrado». Es por este motivo, explicó, que «la unidad con la CGT es estratégica. Los monopolios tienen un profundo odio de clase y nosotros estamos profundamente unidos en el amor al pueblo».

Juan Carlos Schmid – Secretario General de la CGT

El cierre del acto estuvo a cargo de Juan Carlos Schmid, secretario general de la CGT, quien remarcó que «estamos frente a un hecho trascendente. Estamos forjando esa herramienta común entre el sindicalismo organizado y los movimientos sociales y populares de nuestro país». Al respecto, Schmid señaló que «durante mucho tiempo se criticó a la CGT porque se preocupaba únicamente del trabajo registrado. Algo de razón había en esa crítica«, sin embargo la acción de la central obrera, explicó el dirigente, reflejaba «un tiempo donde había trabajo y la excepción era la desocupación». Tras señalar que es esa la Argentina a la que quieren volver, sostuvo que «un país de esta características es inviable. El llamado a la unidad es el sendero a la justicia social».

Schmid remarcó que «esto no es una movilización más» y afirmó que «toda persona necesita del trabajo, es un derecho. Trabajo digno y salario justo quiere decir con sindicatos, convenios, seguridad social y todos los derechos que están reclamando los compañeros que aún no los tienen».

Por otro lado, el Secretario General de la CGT remarcó otra de las demandas de la movilización: la ola de despidos. Schmid afirmó que «no sólo venimos a pedirle al Congreso la sanción de la Emergencia Social, venimos a decirles que terminen con los despidos». En esta línea, le pidió a la dirigencia política «que deje de pensar en la excusa de la herencia recibida y trabajen para edificar una nueva Argentina para todos los argentinos» y enfatizó que «la CGT es un actor clave en la demanda de la inclusión permanente, que para nosotros es el trabajo. Por eso queremos ganar protagonismo con el resto de los compañeros» de las organizaciones sociales y de la economía popular, porque «con un tercio de pobres nadie vive en el país que quiere».

Esteban Castro – Dirigente de la CTEP

Hacia el final de su discurso, el dirigente sostuvo que «el pueblo trabajador no fuga capitales, nosotros no andamos revoleando bolsos por arriba de los muros, no tenemos planes de fuga porque no está en nuestro proyecto. Nuestro destino está aquí y ahora, en este suelo sagrado que nos legó San Martín». Es por eso que lo que busca la CGT, explicó, es «acumular el poder social que permita torcer el destino y la tristeza de millones de argentinos», algo que van a conseguir «negociando pero también confrontando, si fuera preciso. Cuando «paz, pan y trabajo» y «tierra techo y trabajo» sean una realidad, estaremos viviendo en esa Argentina feliz donde podamos criar a nuestros hijos, esperar a nuestros nietos y estar de nuevo orgullosos de ser argentinos».

CP/GF/RG

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