Pablo Carro, Secretario General de la CTA Córdoba, mostró su felicidad por la gran movilización realizada por su central en la Marcha Federal: «El movimiento obrero organizado está confluyendo con diferentes frentes de lucha. Tal vez el más importante haya sido Ciudadanos contra el Tarifazo, donde también se integraron cooperativas y mutuales. El mensaje que llegó al país es que la CTA tiene capacidad de movilización. Un mensaje que tienen que tomar tanto el gobierno como los Gordos de la CTA y el sector de la ciudadanía que busca una encolumnarse. Sin dudas, luego de la Marcha Federal se abre una etapa diferente».
Entrevistado por Gabriel Fernández en La Señal, el referente sindical cordobés apuesta a la ofensiva popular para detener las políticas de ajuste: «Será una pelea abierta. Los sectores dispuestos a darla tenemos clara que debemos unificarnos. Sin ir mas lejos, acá estamos a punto de iniciar una asamblea donde saldrán propuestas para llevar adelante medidas de fuerza con el fin de reabrir las paritarias. Estamos buscando un acercamiento real con todos los sectores».
Ante este panorama, ¿existe posibilidad de unificar al movimiento obrero? Para Carro, «se está avanzando«, y argumentó: «La idea de confluir ambas CTA junto a la Corriente Federal en la última Marcha Federal ha sido importante. En Córdoba venimos trabajando intensamente. Es necesario fortalecer la unidad. Estamos allanando el camino hacia un paro general. La CGT se está acorralando. Por lo bajo hay demandas de unidad y pelea. Hay que saber leer ambos aspectos. Lo que está definiendo el campo popular es ver cuales actores llevarán adelante esta pelea contra el ajuste. La unidad es mucho más difícil pero se está expresando en la calle. Ahora depende de los dirigentes trabajar esta unidad. Que se construya cara a cara y cuerpo a cuerpo. Los acuerdos no son de las cúpulas sino que hay que sostenerlos en la calle».
Finalmente, Pablo Carro analizó el impacto político de la Marcha Federal: «Hay que ver como reaccionaron diputados y senadores. En este último tiempo han veleteado con la misma lógica que impone el Congreso y la política. Mientras haya presión social se ha visto como se han alineado. Por otro lado, hay un movimiento por debajo pugnando por nuevas representaciones, buscando esas nuevas mayorías de las cuales hablaba Cristina. Los dos movimientos son conjuntos y hay que ver como se desenvuelven. Si los trabajadores y el pueblo están en la pelea cotidiana, eso no es garantía de traducción política. Por lo tanto, tenemos que trabajar en simultaneo».
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