En el marco del debate que se inició en el Congreso sobre la reforma electoral y la introducción del voto electrónico en todo el país, el programa Feos, Sucios y Malas solicitó la opinión del ex director nacional electoral, Alejandro Tullio quien fue categórico: “se debería votar ahora e implementar en el 2019”.
El proyecto de ley enviado al Parlamento por el Poder Ejecutivo prevé la utilización de un sistema similar al que ya probó la ciudadanía porteña en las elecciones a jefe de Gobierno en el 2015. Ese sistema recibió críticas aún antes de ser utilizado. Una serie de intromisiones al software que controla las máquinas de votación demostró que eran vulnerables. “Todo sistema tiene vulnerabilidades”, analizó Tullio, y agregó que “se trata de conocer profundamente cuáles son las vulnerabilidades, los problemas y los riesgos y enfrentarlos, generando los mecanismos de seguridad para que eso pueda ser superado”.
Sin embargo, consideró que “estamos en un momento en que los tiempos comienzan a conspirar contra ello”. Tullio propone discutir la ley en el Congreso e incorporar todas las modificaciones que resulten de su discusión en Diputados y Senadores: “Cuando se promulgue la ley, la Justicia Electoral tiene que tomarse un tiempo para aprobar los estándares”.
En ese sentido, agregó que “el Estado deberá ofrecerle a la Justicia una solución y la Justicia deberá tomarse un tiempo para ver si se adapta. Luego comienza la etapa de auditorías”. Consideró que una auditoría no lleva menos de 120 días, y de allí resultarán nuevas modificaciones que deberán ser testeadas. “Por eso es una cuestión que razonablemente se debería votar ahora e implementar en el 2019. Cada día que pasa estoy más convencido de seguir con la consideración de la ley, pero estamos más lejos de su implementación”, opinó.
Consultado sobre la conveniencia de dejar atrás el sistema de votación tradicional, Tullio respondió que “es conveniente dejar atrás el sistema actual de boletas múltiples partidarias porque (…) la multiplicidad de opciones políticas que la ley permite hace que puedan competir organizaciones políticas que no tienen la capacidad logística para asegurar que su oferta electoral esté presente en cada una de las 95 mil mesas de votación de todo el país (…) Esto es un problema para el ciudadano, que tiene derecho a optar por la oferta íntegra”. Y sostuvo que “es tiempo de hacer un cambio”.
De todas maneras, opinó que “el cambio necesariamente tiene que ser para alguno de los sistemas de boleta única que existen”, dentro de los que se encuentra la boleta única electrónica, conocida en la ciudad de Buenos Aires por su sigla BUE. “El gobierno, en el proyecto, decidió que es tiempo de dar un salto –en lugar de dar un paso hacia la boleta única- y que en algunos lugares sea común y en otros la electrónica”. Y sintetizó: “No es razonable, a menos de un año de la próxima elección, pensar que se puede hacer en todo el país”.
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