diciembre 22, 2024

Vertbisky: «La política de la alianza Cambiemos es extrema y provoca rechazos en muchos sectores»

Vertbisky: «La política de la alianza Cambiemos es extrema y provoca rechazos en muchos sectores»

No hace falta mayor presentación para Horacio Vertbisky, de extensa y reconocida trayectoria. En diálogo exclusivo con Sindical Federal analizó el presente de la Argentina, el recorrido del macrismo en estos seis meses de gobierno. También se expresó de modo muy crítico sobre la ley de blanqueo y pago a jubilados que probablemente tenga sanción la próxima semana.

SINDICAL FEDERAL: ¿Cómo ve el panorama de la Argentina después de seis meses? Por un lado una importante demanda callejera y simultáneamente una cerrazón importante de muchos votantes de Macri con las medidas que va tomando el Gobierno.

HORACIO VERTBISKY: Hay una tensión fuerte porque evidentemente Macri ganó por poca diferencia pero ganó la elección. Esto fue hace pocos meses y hay una inercia del electorado. El único presidente que perdió la primera elección posterior a su elección fue Fernando De la Rúa en octubre de 2001 y en diciembre se acabó su gobierno. Eso quiere decir que hay una tendencia, una inercia por la cual los cambios de posición son más lentos. La política que está llevando adelante la alianza Cambiemos que es tan radical, tan extrema, está provocando rechazos muy fuertes en muchos sectores. Por un lado habrá que ver, y esto recién se sabrá el año que viene, si se repite la historia de casi todas las presidencias democráticas o la excepción de De la Rúa. Aún si no se repitiera también habría un componente muy inusual y es la extrema virulencia de las respuestas ante las políticas que lleva adelante el Gobierno proporcional a la virulencia de esa política, lo cual compone un cuadro bastante distinto a todo lo que conocemos.

¿Eso no es riesgoso?

No sé si riesgoso. No me animaría a decir eso pero describo cuales son las características de ese cuadro. Ha habido muchas manifestaciones muy grandes, muy fuertes y van a seguir habiendo por parte de sectores que se sienten profundamente agredidos por la política socioeconómica del gobierno de Macri.

Se están por tratar cinco leyes al unísono. Una de ellos es el blanqueo de capitales que tiene una clausula que dice que no se puede difundir quienes hayan blanqueado y el monto.

Leí el proyecto completo y encontré eso. Me llamó mucho la atención, por eso lo publiqué el domingo. Ha habido una serie de reacciones a partir de entonces muy fuertes y desde el Gobierno están diciendo que lo van a modificar. Que lo hayan incluido es muy llamativo, porque, en general, las cuestiones fiscales están amparadas por el secreto, pero no tiene castigo en caso de ser violado del tipo que se pretende en este proyecto. Lo más llamativo no es el secreto sino la mención al periodismo y por otro lado la contundencia del castigo con una multa equivalente al dinero blanqueado por la persona sobre la cual se informe. Esto plantea una situación absolutamente intolerable porque se supone que cuanto más grande es la cantidad de dinero blanqueada y cuanto más notoria sea la personalidad que lo hace, mayor será el interés público y justamente es lo que más se castiga. Imaginen cualquier personalidad pública, conocida que aparezca, ya sea un deportista, un animador de televisión, un empresario blanquea de golpe 100 millones de dólares. Eso tiene un enorme interés público. Ahora el que lo publica tiene 100 millones de dólares de multa. Es un disparate absoluto que no se va a poder sostener, de parte del propio Gobierno se han dado cuenta de que es insostenible.

¿Cree que esta ley de blanqueo es una devolución de favores a sectores que apoyaron la campaña de Mauricio Macri?

Creo que tiene varias dimensiones. Lo de la devolución de favores es posible. Por otra parte, con menos intencionalidad este es el gobierno de los CEOs y de las grandes empresas que son los principales evasores impositivos, que son los que fugan capitales fuera de la Argentina, los que tienen dinero en guaridas fiscales. Es un modo de funcionamiento de la burguesía argentina desde hace casi medio siglo, desde que se dolarizó la economía en la década del `70. Es una forma de complacer a la parte fundamental de la alianza Cambiemos. Además creo que tiene que ver con la desesperación, la palabra no es mia, es del columnista de La Nación Martín Di Natale que escribió que el Gobierno muestra en este tema síntomas de desesperación. Los muestra porque no se producen las inversiones que el Gobierno había dicho livianamente que se iban a producir. La única política antiinflacionaria es el enfriamiento de la economía. Es el aumento de las tasas, sumados a los aumentos de tarifas y a la crisis internacional. De acuerdo a la ortodoxia, para contrapesar eso, en la visión monetarista que ellos siguen no hay que recalentar el consumo ni emitir moneda. La alternativa es la inversión y la inversión no llega. Al menos en la medida en que el Gobierno había prometido y que necesita. El blanqueo es un disparo en la sombra en ese sentido, que por esa vía va a entrar algo de dinero. En relación con eso hay una ley que se viene el mes que viene que es la de las asociaciones de lo público y lo privado para las obras públicas en la cual está trabajando el Gobierno con la misma finalidad. Según el gobierno, la agencia Bloomberg dice que va a traer 90 mil millones de dólares de inversiones. Yo leí eso y me pregunté “¿cómo se dirá nube de pedos en inglés?”.

Da la sensación de un armado promocional que intenta tapar lo que vos llamás “la venganza social”.

Sí, eso parece que es lo que está pasando. Eso viene simulado con la idea de reparación histórica a los jubilados, que no es tal en absoluto por muchas razones. En primer lugar para pagar la deudas con los jubilados no hace falta ninguna ley. Simplemente pagarlas. Sobre todo pagarlas en aquellos donde el Estado ha sido vencido en juicios y la Corte Suprema ha dicho que hay que pagar. La ley no propone ninguna mejora para la jubilación mínima que representa un porcentaje cercano al 70 por ciento de las jubilaciones con lo cual la idea de que el beneficio va a ser para 1.8 millón de personas. Los cálculos que yo estuve viendo con algunos expertos en la materia y con Amado Boudou, ex administrador de la Seguridad Social, es que no va a llegar al millón y probablemente no pase de 700 mil las personas que reciban  el pago adelantado. Ahora el pago adelantado respecto de qué. En el caso de las sentencias firmes en la Corte Suprema lo que el gobierno tiene que hacer es pagarlas todas ya, no hacer una ley para negociar. Por un lado pagar menos de lo que el fallo dice que es una de las propuestas de la ley, además dice de pagar la mitad ahora y la otra mitad en cuotas trimestrales. Para los que no han ganado todavía el juicio ahí sí habría un beneficio porque se pagarían antes de terminar el juicio pero también con una quita muy grande respecto de la demanda realizada. En definitiva el beneficio, que es relativo, porque para muchos significa una resignación de algo que les pertenece solo alcanzaría a 700 mil personas y no a la base de la pirámide que son los que tienen la jubilación mínima. Al mismo tiempo, al dar por terminada la moratoria, que permitió pasar de 50 a 98 por ciento la cantidad de personas en edad de jubilarse efectivamente jubiladas se suprime la moratoria y se la reemplaza por una llamada Pensión Universal que es el del 80 por ciento. En vez de implicar un reconocimiento de derechos toma la forma de una prestación de asistencial que baja el piso porque es el 80 por ciento de la mínima actual en un monto que sería de 4000 pesos. Además, y de paso, en una notable medida de igualdad de género no especifica diferencias en ese sentido y se cobraría a partir de los 65 años cuando la jubilación actual las mujeres la cobran a partir de los 60. De paso le comen cinco años a las mujeres. Esta es la ley tramposa que está planteando el actual gobierno.

Ha llegado con una propaganda fuerte en detrimento de estas banderas. Son pocos los que pensaban que iban a hacer algo distinto.

No sé si son pocos. El martilleo publicitario es tan fuerte. Que no lo hagan en cadena como lo hacía Cristina Fernández de Kirchner no quiere decir que sea absolutamente intenso porque hay una cadena de medios privados que funcionan como tal. Lo transmiten permanentemente a lo largo de todo el día por los diarios, por la radio y por la televisión.

Pero de todos modos, ¿cuál es la responsabilidad del receptor? Alguien que vivió mucho mejor estos diez años ¿por qué rechazó la continuidad del proyecto nacional?

Hay muchas razones seguramente. Cada uno ha tenido sus propios motivos. Algunos han sido beneficiarios y otros han sentido que no han sido beneficiarios o que no lo han sido suficientemente o que lo han sido más antes que ahora. En los últimos años ha habido una lentificación de la marcha de la economía y las políticas redistributivas se han mantenido pero no se han expandido al ritmo que venían expandiéndose antes. Hay sectores que sienten que no han recibido lo que creían que merecían o todo lo que necesitaban. Además hay un elemento de desgaste, de cansancio, que funciona en todo el mundo. En definitiva el resultado fue por una diferencia minúscula.

Alguien que vivió bien, que tiene la 4 x 4 en la puerta de la casa, que viajó al exterior, que llega a la cena y se abre un buen vino. ¿Por qué se siente tan perjudicado?

Esa persona que describís tiene una razón muy fuerte para votar en contra de la continuidad que es la restricción para la formación de activos en dólares en el exterior. Desde hace 40 años hay una dolarización de la economía y los sectores de la clase media para arriba preservan el valor de sus bienes de dólares en cuentas o bienes en el exterior. Eso es algo que el gobierno anterior intentó atacar y no pudo. Hubo consciencia de esa situación, medidas destinadas a atacar eso y no dieron resultado porque es una tendencia muy fuerte, que tiene raíces profundas y no se le encontró la vuelta para cortarlo. Esto no es algo que ocurra en todos los países del mundo. De modo que eso explicaría el voto de esa persona que vos estás describiendo y coincide con los caceroleros del Obelisco. A mí lo que me preocupa no es ese sector. Me preocupa que Vidal ganó la provincia de Buenos Aires. No ganó solo en San Isidro, ganó en lugares donde no debería haber ganado, donde hay sectores sociales que no son los que tienen la 4 x 4 en la puerta. Ahí ha habido falencias, sin dudas.

¿Cómo ve la situación del movimiento obrero y de la posibilidad de unificación de la CGT?

No sé si va a haber esa unidad o no. Se habló mucho de la unidad, en el acto del 29 de abril se anunció, pero ese mismo día el sector de Barrionuevo se bajó y además en este momento hay una disputa muy fuerte porque Hugo Moyano exige que el secretario general adjunto sea su hijo Pablo y el resto de las comisiones sindicales no lo aceptan. Habrá que ver si eso se produce. Está anunciada, existe la posibilidad, la probabilidad no es baja, pero yo no lo daría por seguro todavía. Al margen de la posibilidad de unificación está el tema de la movilización contra la política del actual gobierno donde hay muchas diferencias entre sindicatos. Además una cosa es aquí, en la Capital o en el Gran Buenos Aires o en el interior del país. Allí la unidad existe de hecho, ustedes conocen bien lo que fue el plenario de Villa Constitución, la declaración de la Corriente Político Sindical Federal. Ahí participaron gremios de CGT, de CTA sin diferencias entre ellos y con una declaración muy distinta a la que manejan las cúpulas nacionales de las distintas centrales. Son realidades muy distintas y hay que contar con todas ellas porque todas contienen un elemento de la realidad.

LM / GF / RG

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