
Ubicado en esa nebulosa geográfica que divide Villa Crespo y Almagro (Ángel Gallardo esquina Leopoldo Marechal, a metros del Parque Centenario), la Cooperativa de Trabajo Los Chanchitos es hoy un exitoso emprendimiento gastronómico que surgió de la lucha de sus trabajadores.
En Patria Grande Latinoamericana entrevistaron a José Pereyra, presidente de la Cooperativa, quién recordó la constitución de la misma para enfrentar un seguro cierre: «Esto comenzó luego de una situación crítica, insostenible. Los Chanchitos era una cadena de cinco restaurantes pertenecientes al mismo grupo económico. El primero en plegarse fue Alé Alé, a principios de 2013, en el marco de una orden de desalojo firme. Allí nos enteramos que los cinco locales estaban concursados. También de la situación real de vaciamiento y abandono. Por ejemplo, acá en Los Chanchitos se había abandonado todo equipamiento. El material más moderno tenía 20 años».
Consultado sobre como impactó en la Cooperativa el brutal tarifazo macrista, Pereyra dio cuenta de la situación: «Nosotros pensamos que en 2015, cuando el juzgado nos llevó todo el equipamento a subasta y lo adquirimos por medio de créditos laborales, que una parte de la lucha había terminado allí. Pero la lucha nunca termina. Ahora peleamos contra un tarifazo desmedido con todo lo que acarrea: baja de consumo y alza de insumos». Para el presidente de Los Chanchitos, la clave para paliar los aumentos desmedidos está en la unión: «Nos estamos reuniendo los restaurantes cooperativos para hacer frente a esto. Lo más probable es que sigamos trabajando menos sobre el costo nuestro. Por eso estamos buscando diferentes proveedores entre las cooperativas. También negociar en conjunto los precios que estamos pagando. Esa es una de las tácticas que estamos llevando adelante».
Pereyra afirmó que los aumentos obligaron a una necesaria toma de conciencia: «acá llegaban facturas de 4.000 a 5.000 pesos. Nos vino una de 19.000. Comenzamos a apagar heladeras innecesarias. Unificamos todo lo que teníamos desparramado en varios freezers en uno, aprovechando así al máximo nuestro equipamiento. Lo mismo con las hornallas. Pusimos en práctica este plan de ahorro. A la factura siguiente vinieron 16.000 pesos».
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