Ileana Arduino, ex directora de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa de la Nación, habló en el programa Feos, Sucios y Malas sobre el reciente decreto 721/2016 que devolvió autonomía a las Fuerzas Armadas (FFAA). Facultad que las estructuras militares no tenían desde la vuelta a la democracia, cuando el ex presidente Alfonsín dispuso el control político sobre ellas.
“Esto es una devolución de autonomía y, consecuentemente, es la renuncia del poder político a cumplir con su obligación de mantener el control sobre ciertas decisiones”, comenzó Arduino. Y marcó: “Es un decreto que debe ser visto en contexto, en la medida en que la experiencia histórica indica que el control sobre las FFAA es mucho más que el control del instrumento militar”.
En ese sentido, explicó, el decreto incluye dejar de lado “las decisiones sobre quiénes integran las FFAA, en qué lugares desempeñaran su trabajo y cómo se tramitan conflictos ahí adentro”. “Si yo confiero todas las potestades a las propias estructuras militares pierdo un control político externo, que te permite ligar las decisiones operativas con los objetivos de la política, que permiten por ejemplo distribución de género, distribución etaria (…) que permiten el control sobre la no autonomización de las relaciones con otros países, como decidir quiénes son los agregados militares en otros países, los lugares de destinos militares, la formación en las escuelas”.
Entonces, esto permitiría a las instituciones militares “armar su propio esquema de relaciones con otros países (…) alinearse con otros objetivos o con objetivos que no necesariamente sean los que fija la política. También existe la posibilidad de que esta autonomización sea un objetivo político en sí mismo”.
“Se puede pensar que es una decisión tomada en un contexto de acercamiento distinto a ciertos países. Donde en nombre de la emergencia en seguridad (…) se monta el riesgo de la soberanía. (…) (El decreto) tiene una serie de resortes que indican que de mínima es una posibilidad que estén pensando el involucramiento de las FFAA en materia de seguridad”, señaló.
“Esto no es sólo un tema simbólico por haberse derogado un decreto que Alfonsín con muchísima valentía, por haber sido aprobado en el año 84, adoptó. El decreto (de 1984) era muy claro y establecía el esquema básico con el que la democracia se proponía gobernar su relación con las FFAA a dos meses de haber asumido”, explicó la especialista.
En consecuencia, opinó que “es un retroceso porque el proceso de construcción del gobierno político de las FFAA, no es patrimonio del kirchnerismo de los últimos 10 años. Aunque sí hay un gran protagonismo porque durante esos gobiernos se ejercieron esos controles, hubo una voluntad política. Pero todos los dispositivos que se activaron fueron posibles porque existía el decreto de Alfonsín”. “Las resoluciones de Garré (ex Ministra de Defensa) que hoy dicen que están vigentes, me cuesta creer cómo, porque estaban basadas en el decreto que el decreto 721 derogó”, agregó Arduino.
Finalmente, explicó: “Habrá que ver que ver cómo se utiliza este decreto (…) porque por ejemplo en el año 55, aunque el contexto sea distinto, prácticamente el 20% de los cargos de quienes ejercían la conducción fueron pasados a retiro. El perfil político de los reincorporados fue de clara filiación liberal y hubo una persecución estructural de militares que habían sido identificados con el peronismo (…) lo que se hizo en ese momento fue también devolverle a las FFAA las mismas facultades que están teniendo ahora. En aquel momento fue respecto de las que el gobierno de Perón había asumido por una reforma legislativa”.
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