Así lo expresó el sociólogo Artemio López, en diálogo con Gabriel Fernández en La Señal.
Consultado sobre el impacto social de las medidas liberales impuestas por el gobierno de Mauricio Macri, el director de Consultora Equis descerrajó números y declaró: «estas políticas que lleva adelante el PRO son las más regresivas desde la recuperación democrática. A los números me remito: 150.000 desempleados – lo que suma un punto más de desocupación general -, aumento del 3.2 en el nivel de pobreza. Los sectores más pobres perdieron un 20% de poder adquisitivo ante un 12% de los ricos. La inflación es del 28%. La licuación de jubilaciones, pensiones y Asignación Universal es total, recordando que se suprimió la moratoria jubilatoria, por lo tanto, desde este año, más de 140.000 ciudadanos no podrán jubilarse al no poder demostrar aportes. Cuando Macri deje de gobernar en 2019, más de 600.000 argentinos no tendrán acceso a la jubilación».
Artemio López dio cuenta de la mayor tasa de cuentrapropismo que se registra como producto del cambio de políticas distributivas: «El cuentapropismo precario es propio de un país que pierde trabajo formal. Al mismo tiempo que se realiza esta brutal ofensiva contra los sectores populares, al contrario, se realiza una transferencia de ingresos a los sectores de alto poder adquisitivo como las exportadoras agrícolas, mineras y exportadoras. Cuando vos revisas desde 1983 hasta acá, no existen cuatro meses de mayor regresividad distributiva como el que produjo el gobierno de Mauricio Macri»; y planteó que «confrontaremos con el gobierno de Macri, no con sus votantes. Cuando ellos observen su vida cotidiana y sus niveles de ingreso y consumo, verán su realidad. Pero lamentablemente sabemos como terminan con sufrimiento social».
Sobre el regreso de CFK al ruedo, Artemio López aseguró que «mantiene el liderazgo opositor de mayor volumen, compitiendo con éxito con la figura del actual presidente», y analizó «que su retorno organiza el sistema de representación política, porque para un sector social ve en ella la continuidad de la figura de Néstor y Perón. Su vuelta es trascendente desde el punto de vista político, histórico y electoral porque toma visibilidad la figura que mantiene la mayoría de las voluntades electorales en el país»; y agregó: «Hay divisiones entre las dirigencias que no se reproducen en la sociedad. La misma está compacta. Siempre hubo diferencias. Tanto en 1955, 1973 o los noventas. Ni hablar lo que significó Néstor Kirchner cuando reorganizó el universo peronista con las tres listas del 2003. El proceso que creó Néstor y siguió Cristina posiblemente se quiebre sin estar en discusión el liderazgo de CFK».
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