Sandra Russo, periodista y escritora, dialogó con Gabriel Fernández en La Señal. En primer lugar anunció con mucho dolor que el sábado sería su último programa en Radio Del Plata, debido a una política integral que se presenta bajo distintas formas. «He perdido trabajos por criminalización de mi laburo, y este lo pierdo por la precarización del medio en el que estaba. Son dos causales completamente distintos, pero el resultado es el apagón informativo» agregó.
Al ser consultada sobre el discurso macrista que criticaba la dureza del kirchnerismo para con los medios y las políticas de censura que están aplicando ahora, Sandra lo atribuyó a un «enloquecimiento del lenguaje» que no surgió ahora, sino que es algo que viene operando la derecha hace tiempo con el que -entre otras cosas- suprimen a todo un espectro de periodistas del aire. Planteó que «estamos ante un choque de relatos«.
Respecto del anuncio de la visita de Barack Obama al país el 24 de Marzo, a la cual le ve mucho de cinismo, aseguró que es algo que está pensado, preparado y que de torpeza por parte del gobierno no tiene nada. «Macri no sólo cree que los argentinos somos imbéciles, sino que cree que el mundo está poblado por imbéciles. En estos casos el cerco mediático juega un papel fundamental» finalizó. Por otra parte, agregó que le resulta muy difícil pensar que ese día haya represión con Obama en Argentina; «me parece que no es un espectáculo que Macri le quiera ofrecer al presidente de su país favorito».
Comentó, además, cómo ve el manejo del gobierno en el que «están haciendo todo como si no fueran a durar cuatro años. Es difícil pensar que no va a durar. Si no dura es porque va a haber un estallido muy fuerte y van a haber muchas pérdidas de vida. Uno preferiría que entendieran que del otro lado hay gente que merece el mínimo respeto institucional. Estamos frente a un gobierno integrado por especímenes novedosos, complejos, que no terminamos de entender. Un macrista te puede estar pegando con un palo y te puede estar diciendo que es por la libertad» sentenció.
Sobre la política de comunicación durante el kirchnerismo y la apuesta por empresarios que después no respondieron adecuadamente, respondió que «se cometieron errores: la comunicación kirchernista fue un desastre, hubo mucha soberbia, no se apostó a una construcción real de un medio real que pueda soportar un periodo político adverso. Hubo falta de experiencia transgeneracional que era fundamental, hubo muchos desenfoques que nos han llevado a este momento, más allá de que nuestras convicciones encajan con el kirchernismo y seguirán encajando aunque uno señale las críticas que crea. Hubo una sobreestimación de lo que fue la pauta en su momento, y una sobreestimación de muchos periodistas que ya estaban en carrera» agregó.
Por último, al ser consultada sobre las críticas a 678 respecto de los debates y las invitaciones a políticos opositores, respondió que le sorprendía ya que «nunca dejó de ser un programa de análisis de medios y nada impedía que las autoridades del área hicieran otros programas periodísticos de debate. No sé por qué en la TV Pública no había periodismo. No había nada que impidiera que hubiese programas de análisis periodístico, pero terminamos absorbiendo todo nosotros como si fuéramos el aparato de propaganda oficial» También, respecto de otras alternativas a 678, agregó que «faltó una voluntad de autoafirmación. Hubo mucha gente en mi gremio que se cubrió las espaldas, y ahora uno tiene que pagar el costo de haber puesto el cuerpo y la palabra donde le parecía que tenía que estar, y es caro. Hubo mucho tibio» finalizó.
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