
Vestimentas coloridas. Música que iba desde la electrónica a la cumbia. Camiones con luces de boliche y unos cuantos aerosoles de nieve espuma anunciaban lo que iba a ser el comienzo de una gran fiesta: la 24° Marcha del Orgullo LGBTIQ. Miles de personas se acercaron a Plaza de Mayo para marchar hacia el Congreso, alzando la bandera de la diversidad. Reivindicaron los derechos adquiridos, pero también pidieron por la Ley Antidiscriminatoria.
La legisladora porteña del Frente para la Victoria María Rachid aseguró que la marcha poseía un doble carácter. “Por un lado, celebra todo lo que hemos alcanzado en estos años. Todas las reivindicaciones históricas del movimiento de la diversidad hoy son políticas públicas y leyes del Estado. Y por otro lado, señala lo que falta. Hay que profundizar lo que hemos hecho y convertir la igualdad jurídica en real. Y para eso hace falta actualizar la ley antidiscriminatoria”.
Por su parte, el diputado y responsable nacional de la JP Evita, Leonardo Grosso, hizo referencia a lo que se pone en juego en el Ballotage. “Macri ha dicho públicamente que las personas que tienen otro tipo de orientación sexual a las que él considera normales no están 100 por ciento de la salud. Es complicado poner en juego todos estos derechos y poner en el gobierno a los sectores que discriminan”.
También estuvo presente Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas, quien manifestó que se están definiendo dos modelo de país. “El futuro se dirime entre un país que incluye cada vez más, que amplia derechos. O uno como ya vimos, más cerrado. El propio candidato a presidente del PRO dijo que piensa que la homosexualidad es una enfermedad”.
La Avenida de Mayo se llenó de alegría y de luchas. Pues no sólo hubo activistas y organizaciones políticas, sino también gente que se acercó de manera particular en búsqueda de más equidad. Abel Isman, un joven que estuvo presente en el acto, destacó: “Vengo a la marcha desde hace 8 años para acompañar la causa. Me gusta ayudar a que se visibilice a la gente simplemente como seres humanos, no por su orientación sexual. Que cada uno sea libre como quiera. La ley de matrimonio igualitario es una de las tantas conquistas, pero todavía hay mucho por hacer”.
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