El lunes 28 de septiembre se produjo el primer encuentro público entre el candidato a Presidente por el espacio Cambiemos, Mauricio Macri, y el titular de la CGT Hugo Moyano. Ocurrió en el edificio de La Usina del Arte ubicado en el barrio porteño de Barracas. Al respecto Gustavo Ramírez, conductor de Feos, Sucios y Malas, consideró que el acto plasmó un apoyo concreto del líder sindical, algo que se venía trabajando desde hace un tiempo de manera privada.
En diálogo con Desde el Barrio, el periodista remarcó que el apoyo de Moyano es un error en función de la representación de los propios intereses del movimiento obrero, dado que el Jefe de Gobierno porteño representa una dirigencia antitrabajadores si se observa “lo que ha hecho el macrismo en la ciudad de Buenos Aires con respecto de la precariedad laboral y a los talleres clandestinos”. Este tipo de corrimientos muestra que “hay referentes que están agotados” y “representan claramente a cierta clase de dirigente a nivel sindical que ha perdido el tren de la historia”, afirmó.
Consultado por Carlos Aira sobre un posible reordenamiento sindical a partir del próximo año y el lugar que ocuparán este tipo de dirigentes, Ramírez aseguró que “después de mucho tiempo se puede transformar una estructura que quedó añeja respecto a los momentos históricos que le toca vivir al país” y que, después de las elecciones nacionales de octubre, se llegará a una unión del movimiento obrero en la que “no sea necesario llevar a otros dirigentes de las narices para que puedan terminar haciendo alianzas espurias que terminan cayendo en lo mismo en que se cayó en los últimos años”.
Aún no surgen nombres fuertes para llevar a cabo este proceso pero consideró que lo más importante es la presencia de un proyecto para renovar y unir el movimiento obrero.
LB / GF / RG