Héctor Amichetti, Secretario Adjunto del Sindicato Federación Gráfica Bonaerense, fue entrevistado por Gustavo Ramírez en La Señal.
Consultado sobre la medida de fuerza que llevará adelante el gremio del transporte en reclamo del tope de ganancias, el popular Gringo declaró: «Tenemos que comprender que existen dos concepciones sindicales distintas. Existe una visión que intentamos levantar nosotros que viene desde lo profundo de la historia en la cual la suerte de los trabajadores está ligada a la suerte del país. Esta visión está confrontando con otro concepto que va hacia un sindicalismo profesionalista, corporativo, que mira un espacio más corto de la actividad sindical. Los compañeros del transporte, conocedores del peso que tiene una medida de fuerza realizada por ellos, toman una reivindicación muy puntual que abarca a una importante cantidad de sus trabajadores, pero pierden el concepto integral del sindicalismo».
Amichetti dio cuenta del nuevo espacio que significa la Corriente Político Sindical Federal: «Es un espacio donde el trasvasamiento se va dando naturalmente. Van confluyendo muchas seccionales que desafían, sin plantearlo, ese concepto de organizaciones centrales o dirigentes máximos de organización. La realidad es muy distinta cuando uno viaja al interior. Hay otra actitud. Allí se coincide con temas generacionales. Quienes han ingresado a la vida sindical hace veinte años han vivido el liberalismo y la última década, por eso son consientes que hay cuestiones básicas que hay que defender y sostener, sin poner en nunca en riesgo la reactivación productiva. Por eso hay tantos gremios industriales cercanos a esta Corriente. Ciudades como Rosario, San Lorenzo, Campana o Córdoba. Hay otra valoración. Por eso aparecen esos once puntos de la declaración de Córdoba, una oposición muy firme del Movimiento Obrero a cualquier política que nos lleve nuevamente al endeudamiento externo».
Consultado sobre la construcción política del movimiento obrero de cara a las próximas elecciones: «En principio tenemos que admitir una debilidad en la construcción política por la cual no podemos definir una clara alternativa electoral. Esta construcción debería estar fortalecida por el movimiento obrero, que en su tremenda dispersión en su superestructura llega así a la elección: con dirigentes más preocupados en su relación con los presidenciables que en defender el proyecto. Por otro lado, a veces existe una visión superficial de entender como somos una visión más convocante para el pueblo».
Finalmente, el referente de la Federación Gráfica trató un tema complejo como el desprecio de ciertos sectores de la militancia al mundo sindical: «Existe un relegamiento sin reconocer que esas divisiones no aportan. Desde ciertos sectores políticos existe una desvalorización del movimiento obrero por puro prejuicio».
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