Tras cuatro días de acampe las 26 familias del ConB, como se lo conoce en el barrio al conventillo de Iberlucea 1249, lograron torcerle el brazo al GCBA y lograron el reingreso al conventillo. Así mismo sentaron un precedente en la justicia ante futuros desalojos. Un triunfo popular que sienta jurisprudencia para todas las luchas venideras por el derecho a la vivienda digna.
Después de cuatro días de duras negociaciones con funcionarios porteños, y una última jornada de tire y afloje en la justicia, el gobierno de la Ciudad aceptó el pliego de reivindicaciones de las familias damnificadas por el incendio. Fue luego de que el juez Ricardo Luis Farias fallara a favor de las familias.
En la tarde de ayer, el magistrado del Juzgado de Instrucción Nº14 dictaminó que se haga entrega del inmueble a los antiguos moradores, luego que las familias presentaran documentación que comprueba que viven allí desde hace más de veinte años. Así mismo constató que los plazos legales que ampara al dueño en reclamar la propiedad caducaron.
En palabras de la Dra Llanes, abogada de parte, esto convierte a las familias en “ocupantes con derecho” y los reconoce prácticamente como propietarios.
El Gobierno de la Ciudad, por su parte se comprometió a cumplir el acuerdo exigido por las familias para levantar la ranchada. Los funcionarios de campo del GCBA, tras anoticiarse del fallo del juez Farias, se dispusieron de inmediato a mediar el cumplimiento de las necesidades de las familias del ConB.
Las familias peticionan la entrega del ochenta por ciento del subsidio habitacional en un pago y el resto en cuatro cuotas, lo cual se haría efectiva el día de hoy; el gobierno también acordó en acompañar la obra de reconstrucción del conventillo y de evitar las trabas burocráticas para acelerar habilitaciones y permisos pertinentes. La misma se estima que tardará alrededor de seis meses.
A lo que hace al reingreso de las familias que no vieron afectadas sus viviendas, el gobierno porteño aportará todos los materiales necesarios para apuntalar la parte del conventillo afectado por el incendio a fin de garantizar la seguridad de los que pueden ingresar y comenzar rápidamente la obra.
El logro alcanzando por las 26 familias del ConB que acamparon durante cuatro noches sienta jurisprudencia y reaviva la esperanza de muchas familias que están o pueden ser desalojadas. Sin duda representa un fallo histórico en donde la balanza de la justicia se vuelca a favor del pueblo; en donde un juez le quita la potestad al Estado sobre un inmueble y la deposita a los moradores de hecho, convirtiéndolos en ese acto en ocupantes con derecho sobre la propiedad.
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