A cuatro años del asesinato de Jonathan «Kiki» Lezcano, Aldana Martino, referente de la Agrupacion Kiki Lezcano y candidata por Alternativa Popular para la legislatura porteña, dialogó con Lucas Molinari en Punto de Partida sobre lo acontecido durante ese periodo y la actual reapertura del caso.
Kiki Lezcano tenía 17 años y se encontraba con Ezequiel Blanco, amigo suyo, cuando fueron abordados por un policía de civil que, en un presunto intento de robo, asesinó a Kiki alegando defensa personal. «Es asesinado, junto con Ezequiel, el 8 de julio de 2009. El policía que lo asesina está identificado y es Daniel Santiago Veiga», relató Aldana.
«Hubo un momento muy complicado porque el Juez, Facundo Cubas, cerró la causa sólo con la solamente con la declaración de Veiga, que ni siquiera fue oral, sino por escrito», comentó la referente.
Los dos chicos estuvieron desaparecidos poco más de dos meses porque «habían sido enterrados por orden de ese Juez como NN cuando, en realidad, estaban efectivamente identificados. Este caso resume todas las irregularidades y negligencias de la Justicia», afirmó Martino.
En 2011 fue revocado el Fallo de la Cámara de Casación Penal Nº 7, «que había confirmado el sobreseimiento del policía y se corre de la causa a Cubas y a los Camaristas, reabriendo el caso. Hoy en día estamos en el momento de investigación donde Ramón Padilla, el nuevo Juez, está rehaciendo las pericias. La realidad es que a cuatro años del asesinato es prácticamente imposible que las pruebas sean suficientes«, explicó la candidata.
«Hoy declara Angélica, la mamá de Kiki, por primera vez en cuatro años y ahí el Juez va a tener que decidir si Veiga queda en libertado o si podemos iniciar un juicio», aseveró.
En época electoral, este caso reaviva la discusión por el gatillo fácil y la cuestión de la seguridad. Al respecto Martino aseguró que «estos casos no son aislados, sino que son parte de una forma de actuar de la Policía que va de la mano con la criminalización de la pobreza. Los candidatos hoy abordan la seguridad desde la criminalización de la pobreza. Nosotros pensamos que el debate tiene que ir por otro lado porque esto en la Ciudad de Buenos Aires no ha sido una buena solución. Tiene que haber un control político hacia esas Fuerzas», concluyó.
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