
El titular de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Hugo Yasky señaló en La Señal que algunos sectores empresarios cuestionan las paritarias porque tienen sus beneficios atados al mercado externo, y que otros aprovechan el debate para agitar el fantasma de la inflación, con el objetivo de desestabilizar el proyecto económico nacional y popular.
En diálogo con Gabriel Fernández Yasky dijo que “Varios empresarios disparan la puja distributiva a través el aumento de los precios. Hay que recordar que hace poco salimos del desastre económico de los 90, con el saldo de una desocupación masiva. Eso les permitió regular hacia abajo los salarios, porque la desocupación es el gran devaluador del trabajo”.
Añadió que “El gobierno de Néstor Kirchner restituyó la dinámica social, restituyó a los trabajadores el poder de presión. Hoy a muchos dirigentes sindicales, con un repentino ataque de amnesia, se le olvida. Desde el 2003 hasta ahora se generaron cinco millones de puestos de trabajo. Sin eso no habría paritarias” explicó.
En el aire de la Gráfica, el sindicalista recordó que “Habíamos tenido 13 años sin aumento de salarios. Una gran parte de mi trayectoria como dirigente sindical fue discutir el tamaño de los recortes, no los salarios. Los empresarios quieren reducir el salario porque lo consideran un costo. Así como consideran el valor de la energía, el flete, apenas un costo”.
Entonces, Yasky fue a fondo al referirse al sentido profundo de la propaganda inflacionaria: “Pero ¿qué pasa con la vieja ecuación a mayores salarios más capacidad de consumo y más beneficios para el empresario?. Hoy es una verdad a medias, porque hay empresarios que vienen del mercado interno, que les sigue preocupando, pero la mayoría, en una economía extranjerizada, vive del mercado externo, o sea le importa un bledo lo que pueda pasar con el salario”.
“Ahí se ubican los grandes grupos empresarios que amenazan: si no bajan los salarios nos vamos a otro lado. Desde ya también les sirve el cuco de la inflación a Magnetto, La Nación y otros para generar zozobra, incertidumbre, y para conseguir una fuerte devaluación” completó.
En ese sentido, indicó que “La devaluación le conviene a ese sector empresario porque le devuelve competitividad externa. Matan dos pájaros de un tiro porque saben que una fuerte devaluación genera una licuación del salario”.
Al ser interrogado desde La Señal por la idea de Néstor Kirchner de generar una burguesía nacional respondió “es casi una utopia”. Y narró una anécdota reveladora: “A mí me tocó estar en una discusión posterior a la disputa de la 125. Estábamos el titular de la UIA, el secretario de la CGT Hugo Moyano y yo, conversando con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El titular de la UIA dijo que el conflicto de la 125 terminó así porque el gobierno no había comunicado bien. La presidenta lo interrumpió: perdóneme pero ustedes se han beneficiado mucho, sin embargo cuando fue la disputa con la Sociedad Rural no salieron al defender un Estado que siga invirtiendo para incluir a los consumidores. Y agregó la presidenta: porque a diferencia de los empresarios paulistas, cuyo sueño máximo es estar al frente de una empresa industrial, el de ustedes es tener una estancia y subirse arriba del caballo”.
Finalmente, se refirió a Hugo Moyano: “Yo creo que Moyano tuvo una trayectoria más que zigzagueante; para no ir muy lejos en el 2003 apoyó a Adolfo Rodriguez Saa. Después, electo Néstor, buscó establecer una suerte de alianza y apoyó al kirchnerismo. Ahora está volviendo a las fuentes, sus alianzas son con la derecha, con lo viejo del justicialismo, con la expresión más decadente del justicialismo, con las que se suma a las fuerzas que intentan detener el proceso de transformación que lleva adelante Cristina con las banderas del peronismo. Moyano decidió que su alianza tenía que ser por derecha. Está tratando de conformar un coágulo de fuerzas con la vieja guardia del pejotismo”.
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