Por Valeria Rodríguez (*)
El conflicto en Yemen lleva tres años, un saldo de más de 10 mil muertos y más de un millón de heridos, a pesar de esto parecería pasar desapercibido frente a la opinión pública internacional.
Desde 2015, Arabia Saudita bombardea este pequeño país ubicado en el golfo de Adén, a los pies del mar rojo y se transformó en uno de los más pobres de la región a pesar de tener el estrecho de Mandeb que es por donde transita el 30 por ciento del petróleo que se importa occidente y además de ser el paso obligado para el comercio marítimo de África y Medio Oriente.
Arabia Saudita comenzó a bombardear a Yemen en marzo de 2015, poco después de que el presidente de Yemen, Abu Rabu Mansour Hadi huyera a Riad y seis meses después de que los Houti de la región fronteriza del norte de Yemen se trasladaron al sur.
Cabe destacar que los Houties son un movimiento de resistencia organizado con una ideología anti imperialista, anti sionista y anti wahabí, con lo cual son los archienemigos de los Estados Unidos, Israel y Arabia Saudita.
La situación humanitaria es realmente preocupante, de hecho la Onu la declaró como la peor catástrofe humanitaria de los últimos años, ya que el 76 por ciento de los yemeníes están afectados por un brote de cólera y los que no se contagiaron de esa enfermedad terminan cayendo en la Difteria, producto del bloqueo económico que sufre el puerto de Al Hudaydah que es por donde ingresa el 90 por ciento de los alimentos y está bloqueado por la marina saudí, egipcia y emiratí.
A su vez, la ONG Human Rights Watch (Hrw) denunció una y otra vez la violación de los derechos humanos por parte de Arabia Saudita que bombardea sin cesar el área. De hecho, varias veces la ONG Médicos Sin Fronteras denunció el bombardeo a hospitales públicos y la utilización de armamento prohibidos internacionalmente. A finales del 2015, se denunció que las bombas utilizadas por el régimen saudí son fabricadas en Brasil.
A los bombardeos y la situación humanitaria se suma el bloqueo mediático que implica la prohibición del ingreso de periodistas internacionales, sumergiendo el conflicto en el silencio internacional o a la tergiversación mediática planteando que el conflicto es de índole religioso, señalando así que los Huties son de la rama islámica shiita y los saudíes wahabitas, lo cual es una verdad a medias ya que lo que esconde esto es justamente el intento de demonizar la resistencia, además de inmiscuir a Irán, principal objetivo de los Estados Unidos e Israel en Medio Oriente.
¿Que tiene que ver Irán con Yemen?
Como su nombre lo define, Irán es una República Islámica de confesión chiita. Este país tuvo una revolución en 1979 que derrocó al sha e incorporó un sistema islámico de la mano del Imam Jomeini. Asimismo, Irán apoya las revoluciones sociales, al igual que las resistencias islámicas en Palestina, Siria, Nigeria y Yemen, a pesar de ésto no existen evidencias que ayude con armas a Yemen ya que existe un bloqueo extremo,por lo que se torna muy difícil el envío de armamento.
A pesar de ello, Irán, cuenta con una de las políticas de difusión más fuertes en lo que respecta a lo que sucede en Yemen.
Por otro lado, Irán es el único país al cual no pudo ingresar directamente los Estados Unidos que durante estos últimos años cercó la región para debilitarlo, además de bloquearlo y evitar que se cumpla el acuerdo del levantamiento de sanciones firmado en 2015 por Rusia, Reino Unido,Francia , Alemania, China y Estados Unidos (G5+1).
Con la nueva gestión Trump, este acuerdo tuvo sus retrocesos e incluso nuevos bloqueos económicos que si bien golpearon la economía iraní no evitaron que continúe con sus desarrollos nucleares. Asimismo, tras las visitas de Merkel y Macron a los Estados Unidos, se buscó persuadir a Trump para que no se retire del acuerdo, el cual tiene que definirse el próximo 12 de mayo y su salida podría generar que Irán también se retire, lo cual podría aumentar la tensión militar.
A su vez, los intereses de Arabia Saudita en Irán tienen que ver con el estrecho de Ormuz, ubicado en el golfo pérsico, el cual se considera como una de las regiones más militarizadas y vigiladas del mundo.
Geopolíticamente aquí se une el conflicto yemení con Irán ya que Arabia Saudita, para comerciar su petróleo necesita pasar por uno de los dos estrechos y se rehúsa a pagar peaje.
Arabia Saudita y Europa
El reino de Arabia Saudita cuenta con apoyo directo de diferentes potencias europeas y americanas y se puede evidenciar con la compra de armamento en los últimos meses tanto a España como Francia y Gran Bretaña, además del acuerdo multimillonario con los Estados Unidos para continuar su carrera armamentística. Pero, las relaciones, principalmente con Gran Bretaña, datan de la historia misma del orígen del país saudí que cuenta con una sumisión absoluta a los ingleses.
Justamente, esta semana se dio a conocer un informe militar denominado “Personal del Reino Unido que asiste a las Fuerzas Armadas saudíes: Riegos, conocimiento y responsabilidad”, el cual revela la colaboración del Reino Unido en la agresión de Arabia Saudí a Yemen.
Por su parte, respecto a la relación con los Estados Unidos, debemos señalar que Arabia Saudita no solamente rubricó acuerdos armamentísticos sino que es uno de los principales financistas de los grupos extremistas wahabíes que surgen en el reino y se diseminan tanto por Yemen como por Siria, Irak, Nigeria y varios países de la región que lejos de ser un movimiento religioso, es funcional a los intereses norteamericanos y saudíes.
Yemen continuará siendo una herida abierta y las bajas civiles seguirán aumentando si el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no toma una decisión real para frenar los bombardeos saudíes pero lamentablemente teniendo en cuenta que de los cinco miembros permanentes tan solo dos (China y Rusia) apoyan esto,la resolución del conflicto seguirá siendo una utopía.
(*) Periodista de Radio Gráfica. Columnista de Internacionales en Feas, Sucias y Malas (sábados 10 a 12 horas).