septiembre 07, 2025

La grandeza del Movimiento Obrero

La grandeza del Movimiento Obrero

Por Rodrigo Loza (*)

El Primero de Mayo se conmemora en todo el mundo el Día Internacional de los trabajadores y las trabajadoras; en homenaje a los mártires de Chicago. Hoy, a la luz de la historia, esos reclamos por la jornada laboral parecerían haber queda en el pasado. Sin embargo nuestras clases dominantes, desde hace ya varios lustros globalizada, intentan retrotraernos a esas épocas donde los trabajadores y las trabajadoras estábamos privados absolutamente de todo derecho. Reafirmando esa máxima que con absoluta claridad señalaba Rodolfo Walsh: «Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores”.

En tal sentido no vamos a historiar sobre lo acontecido ese 1º de Mayo de 1886, pero sí nos parece de mucho valor -así como conmemoramos aquél hecho- poder rescatar algunas experiencias históricas para plantear las tareas que el Movimiento Obrero Organizado tiene en este minuto del ahora.

Este año se cumple el 50 aniversario de una de las alternativas más ricas que los trabajadores y las trabajadoras tuvimos, nuestra CGT de los Argentinos; la expresión más genuina del movimiento obrero de nuestra Patria, y de lo que entendemos debe representar la herramienta de todos los trabajadores y trabajadoras. También nos encaminamos a celebrar los 50 años del Programa del 1º de Mayo, ese manifiesto que expresaba un proyecto de país desde la clase trabajadora para el conjunto del pueblo. Bien afirmaba Amado Olmos que “los trabajadores no quieren soluciones por arriba […] Quieren el sindicalismo integral, que se proyecte hacia el control del poder, lo cual asegura el bienestar del pueblo todo. Lo otro es el sindicalismo amarillo, imperialista”.

Sobre estas mismas bases apoya su potencial nuestra querida Federación Gráfica Bonaerense y en conjunto con los gremios hermanos que componen la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), llevamos adelante un planteo de unidad que lo concebimos como una cuestión práctica y un anhelo histórico, un plan de acción que enfrente estas políticas destructivas que aplica el Gobierno Nacional, pero fundamentalmente un programa de Liberación. Con esas banderas venimos dando una fabulosa pelea dentro de la Confederación General del Trabajo (CGT).

En tiempos de mayor concentración de la riqueza y maximización de utilidades por parte del poder real; de desplazamientos de trabajadores y trabajadoras que son expulsados muchas veces de forma violenta de sus puestos laborales producto de la nueva forma que ha encontrado el capital para reproducirse, la especulación financiera y del terror que va sembrando en derredor del mundo entero; la clase trabajadora, la organizada en general y la Corriente Federal de Trabajadores en particular debe asumir el compromiso con el conjunto de las organizaciones libres del pueblo incorporándolas al Programa de 27 puntos. No se puede caer en lo que hoy día hacen algunos dirigentes de institucionalizar la informalidad, como tampoco se puede caer en el individualismo colectivista que señala el Papa Francisco.

No hay proyecto de Liberación sin los trabajadores, solo nuestra clase puede hallar la forma de salir de una economía de mercado y finanzas, que no le da el valor correspondiente al trabajo; y encaminarla hacia una forma en que la actividad humana sea el centro. En síntesis, y pese al pesimismo que en primeras líneas pueda tener ésta reflexión producto del avance del gobierno del presidente Macri en nuestro país, y del neoliberalismo a nivel global, somos optimistas ante esta etapa de crisis que el capitalismo está sumergido desde 2008 y aún no se recupera; tiene un gran valor el rol que debe asumir el movimiento obrero argentino fruto del mandato de esos mártires del 1º de Mayo y de todos los caídos de nuestra clase trabajadora que brindaron su vida, no solo por los derechos laborales, sino más bien por esos deseos vehementes de Justicia Social que son heredados también de nuestro propio recorrido.

Por todo lo dicho la CFT debe seguir bregando por la unidad con contenido de nuestro movimiento obrero argentino, un movimiento que no se esterilice en diálogos infructuosos contra un proyecto enemigo que lo único que busca es destruirnos, que plantee un plan de acción frente a estos gobiernos oprobiosos y construya una alternativa de Poder Popular. En tal sentido en estos momentos las clases populares debemos avanzar, con firmeza y convicción, en unidad y con organización en conjunto con todos los humildes de Nuestra América, para poder barrer definitivamente de la faz de la tierra, a las minorías del privilegio y así brindar homenaje a nuestros héroes.

Insistiendo una vez más, y tomando la atribución de agregarle, que solo el Pueblo organizado salvará al Pueblo.

(*) Sindicato Federación Gráfica Bonaerense.

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