Por Omar Zanarini*
En la noche del domingo el presidente de la Nación Mauricio Macri dio la orden de reprimir, a sabiendas que los docentes estaban autorizados de instalar la Escuela Itinerante en la Plaza Congreso. No le importó. El es el presidente de la posverdad, el que gobierna despóticamente para volver a instalarnos en el mundo como la semicolonia que tanto gusta al imperialismo.
Pero no nos confundamos. No estamos en los noventa. Ni Carlos Menem se atrevió a reprimir la Carpa Blanca; esto es la continuidad represiva que se instaura en el país en 1955, se profundiza en 1976 y continúa en esta etapa el gobierno de Mauricio Macri.
Oficialmente el gobierno de Mauricio Macri ha dado inicio a la segunda fase de su plan de restauración oligárquica a través de la represión.
Para llevar a cabo la entrega del país ya no basta con establecer las medidas económicas que fomentan la desindustrialización y la pérdida de los puestos de trabajo.
No le basta con aterrorizar a los trabajadores con la posible pérdida de los puestos de trabajo. No basta gobernar mediante la sumisión.
O de perseguir a la ex mandataria CFK y a su familia.
O de perseguir a la oposición y encarcelar a opositores políticos con la complicidad de la UCR, como a la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, a seis compañeros más en Jujuy y recientemente a Nélida Rojas, junto a su familia en Mendoza, integrantes de la misma agrupación.
Con la represión a los docentes en la plaza Congreso el gobierno de Mauricio Macri da inicio a la segunda fase de la entrega la cual ya no solo consiste en proscribir a cualquier oposición, sino en dar rienda suelta a la represión e imponer su programa económico de anti-país .
Hoy más que nunca hay que estar alerta, organizados y dispuestos a defender la vida. La patria nos necesita a todxs y no necesitamos más mártires.
(*) Periodista | Productor de Abramos La Boca
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