Con el fallecimiento, el sábado pasado, de Alejandro Álvarez, se fue uno de los referentes de Guardia de Hierro, controversial organización creada en la Resistencia Peronista y que tuvo fuerte anclaje político en aquellos días, no exentos de duras polémicas con otra organización de fuste como fue Montoneros.
Roberto Naone, militante de Guardia, y Alejandro Tarruella, periodista, autor de «Guardia de Hierro, de Perón a Kirchner«, fueron entrevistados por Gabriel Fernández en La Señal. Para Tarruella, Gallego Álvarez tenía una «impresionante capacidad de oratoria. Una formación autodidacta muy rica, amplia y variada. Dueño de una personalidad capaz de juntar voluntades y tenerlas en una mano. Siempre en nuestro país la lucha política tiene un sentido de pertenencia muy fuerte, y en ese sentido, el Gallego era terminante«.
Consultado sobre el surgimiento de Guardia, Naone recordó: «En la época del famoso Avión Negro (1964), nace una orga de compañeros para custodiar a Perón en su regreso. De allí el nombre. Primero existió una faceta muy ligada a la resistencia activa con cierta mimetización hacia las llamadas formaciones especiales. Con Perón instalado en Madrid, diversos dirigentes juveniles concurrieron a entrevistarse con él en Puerta de Hierro. Fueron a plantearle un plan de operaciones de resistencia activa. Perón les cambió la cabeza, porque decía que así serían derrotados. Les planteó organizar el movimiento haciendo el famoso trasvasamiento generacional. Allí nace oficialmente Guardia de Hierro con el nombre oficial de Organización para Transvasamiento generacional y el regreso del General Perón «. A su vez, Tarruella destacó el «aporte de Guardia en la formación de cuadros políticos. Fueron un sector muy importante en la formación de cuadros. Ellos tuvieron una matriz muy sólida de formación».
¿Cual era la formación ideológica de Guardia? Naone recordó su ingreso a la organización: «Lo primero era el adoctrinamiento. El primer libro que leíamos era La razón de mi vida. Luego Doctrina Peronista. Un libro impreso por la misma organización, que tenía todo un resumen de los discursos del General Perón con toda la documentación y explicaciones que Perón iba dando de su gobierno, bajando su línea filosófica»; y agregó: «Discutíamos codo a codo con el PC. Ellos decían «Perón burgués, Evita Montonera». Nosotros les respondíamos «Perón Conducción, Evita Santa». Recuerdo cuando los muchachos comunistas nos comienzan a decir compañeros. Se habían sumado a Montoneros».
Guardia de Hierro y Montoneros fueron parte de una disputa muy fuerte dentro del Campo Popular. Para Terruella «La cúpula de Montoneros – no la organización – quería tener un papel aglutinante. Dueño de las banderas de la izquierda peronista. Todo grupo era reubicado a la derecha de ellos. Así fue que miles de militantes no tuvieron posibilidad de hacer pie en ese proceso pese a las diferencias con la cúpula y su cerrazón. Esa fue la militancia que expresaba a las nuevas generaciones y sectores que venían con mucha fuerza luchando por la vuelta de Perón y la restitución de un proceso de liberación como fue la primera etapa de 1973″.
En la visión de Roberto Naone, «la conducción montonera tenía una extracción social diferente a la nuestra. Propia de Barrancas de Belgrano. Había peleas constantes. Recuerdo frente a la Facultad de Económicas – Junín y Córdoba – era un campo de batalla semanal que no servía para nada. Un lugar de confrontación física. Lo cierto es que la orgánica de la movilidad en las calles se la vendió el PC a Montoneros»
Tarruella recordó un cortocircuito entre Guardia y el General Perón en su exilio español, ya que «Perón sugirió un grupo de formación de cuadros con criterio de dispersarlos en el movimiento, no un movimiento cerrado con con un líder que fagocitara esa experiencia, que impidiera que eso se expandiera hacia el movimiento». A su vez, Naone destacó «la nobleza de los cuadros. Para julio de 1974, Guardia se disolvió. En ese momento teníamos veinte mil cuadros entre jefes, regionales y Frente Estudiantil Nacional»; y recordó: » Cuando nos disolvemos, cada dirigente debió encontrar su lugar en el pueblo. Nos reuníamos en una oficina y le pedíamos explicaciones al gallego porque había disuelto tamaña organización. El nos respondió:
«El día que Perón murió ahí se dispararon los planes militares y cívicos del golpe. Lo estaban velando a Perón, y estaban trabajando para llevar adelante el golpe». Guardia se disolvió porque había que respetar a la continuadora que era Isabel Perón»
Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, posee una trayectoria vinculada a sectores del peronismo. ¿Pero cual fue su verdadero rol en aquellos días?. Alejandro Tarruella devela la verdadera relación: «Bergoglio se encuentra ligado a Guardia a a través de miembros de la organización dentro de la Universidad de El Salvador, propia de los jesuitas. Cuando su orden – a nivel mundial – ordena deshacerse de las universidades que tenían, Bergoglio ampara a todos esos militantes, entre ellos Horacio González y Chacho Alvarez. El nunca perteneció a Guardia de Hierro pero tenía una especie de modo invisible para proteger a su gente dentro de la orga. Virtud de quienes tienen sutileza política».
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