junio 29, 2025

Pecado, perdón, arrepentimiento

Por Úrsula Asta

El Papa concedió el perdón del «pecado del aborto». Autorizó a los sacerdotes a que absuelvan «a quienes lo han practicado y estén arrepentidos de corazón». A partir de allí, las repercusiones han sido diversas.

Pero, ¿cómo establecer un debate de cara al pueblo?, ¿cómo se para ante esto la progresía?, ¿cuál es el rol de la Iglesia en los procesos históricos de América Latina? Aunque responder todos estos interrogantes, sigue y seguirá siendo parte de las discusiones que debemos darnos. Repasamos aquí algunos apuntes que sientan postura.

Es necesario, en este sentido, comprender el impacto político que tiene que la figura papal, Francisco, se refiera al aborto y la posibilidad que él da a los curas de perdonar a las mujeres que hayan abortado.

Además de comprender que seguramente esto sea importante para muchas mujeres, el sentido que deberíamos darle es el sentido político que tienen estas palabras. El papa no sólo pone en agenda el tema, habla del aborto, sino que hace foco en las mujeres. No es menor que desde la Iglesia se ponga fuerza en ese eje.

Críticas y repercusiones

The New York Times resaltando, luego de dar la noticia, que éste es un papa argentino y que, después de años, hay un papa que no es europeo. ¿Por qué The New York Times tiene la necesidad de indicar de dónde viene este papa? El País de España, en una nota, remite específicamente a la figura de “Bergoglio” e indica cómo, antes de ser papa, se había enfrentado a posturas que defendían este derecho. Así, retoma voces que salen a hablar en contra del papa. El diario La Nación cuando da la noticia, señala entre comas cómo Francisco ha rechazado sistemáticamente el aborto. Y hay más.

Si bien podría discutirse que estas cuestiones son ciertas o muy sutiles, para algunos irrelevantes; no hay dudas de que este “perdón” pone, cuanto menos, en una situación incómoda a los sectores más reaccionarios, a los opositores a este derecho.

En la vereda de enfrente: “Ahora chicas podemos abortar porque nos perdona Francisco”. También apareció esta burla y otras tantas en sintonía, acompañada de críticas que buscaban deslegitimar las palabras papales argumentando que debería hacerse más. Argumentos que se separaron y que, queriendo o no, concibieron que aquellos sectores que practican el catolicismo son pasibles de ser burlados.

Está claro que muchas mujeres no quieren ni pretenden el perdón de dios. Está claro también que el papa no está llamando a legalizar el aborto. Pero lo que está claro también, es que para muchas otras mujeres tal vez esto sí sea importante. ¿No es entonces éste un discurso, tan reaccionario, tan antipopular, como el de aquellos sectores contra los que se disputa?

Es cierto, además, que ya existía en la práctica católica la concesión de este perdón a las mujeres por parte de algunos curas en Argentina. Argumento que también fue utilizado para desvalorizar lo que dijo Francisco. Esto no deslegitima, sino que refuerza más aún el sentido político de las palabras de un papa que sale a hablar del aborto y le dice al mundo que esas mujeres pueden ser perdonadas.

Tal vez sea oportuno, tanto desde los sectores que no somos católicos, o de los que sí y militan por esta y tantas otras causas justas, tomar estas palabras y encauzarlas hacia un avance de derechos. Como dijo un referente de la Teología de la Liberación, condenado al ostracismo por el Vaticano en los 80, “una vez abierta la puerta, ya no se cierra”.

UA / GF / RG

Aquí audio de Úrsula Asta en diálogo con Lucas Molinari en Punto de Partida.

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