Por Guadi Calvo *
El mundo en un momento pareció convertirse en la redacción de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, y los más de cincuenta disparos de Kalashnikov, que utilizaron los dos atacantes, van a dejar muchas más bajas que los diez periodistas y los dos policías muertos en primera instancia.
A esta altura los detalles del atentado se discuten y se muestran hasta en los programas de cocina, por eso lo importante, es desentrañar que hay detrás de esta locura, que solo por suceder en París será noticia durante semanas, no así con el atentado que se produjo casi al mismo tiempo en Saná, capital de Yemen, y que ha dejado cerca de cincuenta muertos; cuando un atacante suicida hizo estallar un vehículo lleno de explosivos cerca de una academia de policía, parece no importale absolutamente a nadie.
Pero vayamos a lo importante, Europa, Francia, París, 11e arrondissement, número 10 de rue Nicolas Appert, donde se ejecutó a media mañana el atentado. Al gritó de Allah Akbar (Ala es Grande) y con los característicos fusiles yihadistas AK 45, después de matar a un policía terminaron con los periodistas, dibujantes y administrativos del Charlie Hebdo.
¿Ahora al mundo que duda le cabe que si alguien absolutamente cubierto, vivando a Alá y disparando una Kalashnikov, contra cualquier cosa que se mueva, no sea musulmán?
Sin duda el atentado será adjudicado a alguna célula dormida de al-Qaeda o Estado Islámico o un joint venture de lobos solitarios, que desde ya y sin ninguna ironía bien podrían serlo.
Es cierto que el semanario parisino, venía desde hace años satirizando tanto al credo islámico, como al católico y gracias a su irreverencia editorial, se había convertido en uno de los muy poco medios que se sostenía por sus ventas, sin necesidad de pautas publicitarias que ya sabemos podría limitar su voluntad libertaria.
En 2011, Charlie Hebdo a causa de las caricaturas que ridiculizaban al Profeta Mahoma sufrió un atentado con una bomba molotov y centenares de amenazas tras cualquier otra burla al Islam. Lo que sin duda habrá alertado no solo a la Sûreté, sino también a la DGSE (Direction Generale de la Securite Exterieure) entonces sorprende como pudo escapársele a la seguridad francesa semejante operación. Además convengamos que con el peso específico de Paris, con la innumerable cantidad de instituciones internacionales que tienen por sede la ciudad, no debe haber un servicio de inteligencia mínimamente importante que no tenga oficinas muy atentas sobre todo lo que pasa en la ciudad, contando especialmente a la CIA al MI6 británico y la omnipresente MOSSAD, teniendo en cuenta que en Paris se congrega una de las comunidades judías más importantes del continente.
Pero como en las buenas novelas policiales habrá que analizar muy finamente a quién beneficia el atentado contra Charlie Hebdo.
Desde el comienzo de la Primavera Árabe en 2011 y particularmente el inicio de la guerra en Siria en marzo de ese año, se sabe que miles de jóvenes europeos, se estima unos siete mil quinientos, de origen musulmán han viajado a incorporarse a los grupos más fanáticos que han protagonizado los embates más furiosos contra el pueblo sirio, entre ellos el frente al-Nusra y lo que hoy se conoce como Estado Islámico.
Para todos los servicios de inteligencia europeos, ya que hay más de cincuenta millones de musulmanes, que viven en Europa, se ha convertido en un verdadero reto controlar el retorno a sus países de estos yihadistas.
¿Pero nada más que a los yihadistas les servía acallar a Charlie Hebdo? En el momento que estan eclosionado los movimientos islamofóbicos y antinmigrante en toda Europa.
En Francia el xenófobo Frente Nacional de Marine Le Pen, se encontraba muy posicionado para ganar las presidenciales del 2017, con este atentado como caballito de batalla podría darse a dos años de las elecciones como el rotundo favorito. En Alemania donde el grupo Europeos Patriotas Contra la Islamización del Occidente (PEGIDA, por sus siglas en alemán), desde hace tres meses lunes tras lunes en la ciudad de Dresden, (donde solo hay un 3% de emigrantes y de ellos solo el 0,4% son musulmanes), no para de crecer. El último lunes se convocaron dieciocho mil personas, el anterior había sido quince mil, ¿cuántos serán el próximo?
Los grupos neo nazis y partidos ultraderechista viene en franco crecimiento en el continente, las elecciones al parlamento europeo del año pasado lo han constatado.
Francia ha sido uno de los grandes mandantes a la hora de ejecutar acciones contra el gobierno libio de coronel Muamar Gaddafi y ha apoyado desde un principio a los grupos yihadistas en Siria, también ha instrumentado al grupo al-Qaeda para el Magreb Islámico, cuando fue la rebelión tuareg en el norte de Mali en 2012, con semejante prontuario es difícil creer que a la inteligencia francesa, sus socios del Mossad y la CIA, se les haya escapado la operación sobre Charlie Hebdo.
Por último de ser realmente yihadistas los que atentaron contra la revista francesa, es extraño que no se hayan inmolado en la misa editorial haciéndose estallar lo que habría sido todavía mucho más publicitado, y si hubieran querido disimularlo el uso de armas tan emblemáticas para los yihadistas como las Kalashnikov, sería muy torpe, para esta sopa parisina se han usado demasiados ingredientes como para que se sepa alguna vez quién ha sido el cocinero.
(*) Línea Internacional / La Señal Medios / Radio Gráfica