diciembre 08, 2024

Lecciones de la historia

Lecciones de la historia

Por Daniel Mojica*

La realidad de hambre y miseria que impone el gobierno de Mauricio Macri, responde al clima de época que las políticas colonialistas aplican en amplias regiones del planeta. Las medidas instrumentadas se apoyan en la mentira planificada, la represión institucionalizada y la complicidad mediático-judicial.

A la luz de los hechos se evidencia, de manera palmaria que la Constitución Nacional y las leyes no son un impedimento para el saqueo, la corrupción y la muerte que implican las acciones del Poder Ejecutivo. Sin que el resto de los poderes institucionales puedan torcer ese rumbo.
Aunque el capitalismo financiero que sostiene este andamiaje internacional está en decadencia, aun es capaz de provocar una guerra devastadora.
Una nación no puede sobrevivir con un pueblo sometido y fuerzas armadas y de seguridad que toleren y sostengan ese cuadro de situación.
La Constitución Nacional fue derogada de hecho. Las instituciones que debían asegurar su cumplimiento no funcionaron.

Los resortes del poder formal fue ocupado por individuos sin escrúpulos que imponen sus políticas en base al miedo, la coersión, las amenazas y la muerte. Sustentados y amparados por fuerzas foráneas que ostentan el poder real sin preocuparse por disimularlo.

Los argentinos estamos inmersos en una dinámica que nos lleva a recorrer caminos que terminan siempre en el mismo lugar. Décadas de avances y retrocesos que nos llevan de un gobierno democrático a gobiernos autoritarios y dictaduras que socavaron durante años las estructuras del estado. Es hora del romper ese péndulo que luego de un gobierno creador de derechos y bienestar, nos lleva a otro, sea civil democrático o dictadura genocida, que destruye hasta las bases mismas de la convivencia en sociedad.

Esta dinámica, casi suicida, nos está conduciendo a un callejón sin salida. Cada retroceso político deteriora el tejido social, lo esquebraja. Creando las condiciones para que las nuevas generaciones de jóvenes y adultos sean indolentes. Se refugien en un individualismo donde el otro no es visualizado como un par. En muchos casos lo ven como un obstáculo para el propio desarrollo. Cuando no un rival o enemigo.

Hay un germen de violencia inducida desde los sectores del poder y sus clases aliadas contra los sectores menos favorecidos (por las políticas oficiales) que ex profeso articulan mecanismos para que las clases populares nunca puedan acceder a los derechos que les corresponden.

¿Cuánto puede sobrevivir una comunidad cuando las nuevas generaciones no vislumbran un futuro que merezca ser vivido?
Porque los encargados de proponerles un futuro mejor sólo piensan, legislan y gobiernan para el pequeño círculo de sus iguales.

Que la Patria está en peligro, no es una frase de ocasión cuando las instituciones creadas por la Constitución Nacional para gobernar apegados a sus prescripciones, las violan de manera sistemática.

Cuando el presidente de la nación (el Poder Ejecutivo) que juró sobre esa misma Constitución que la cumpliría y observaría su cumplimiento por parte de sus funcionarios, y no lo hace, la Patria está en peligro.

Cuando el Poder Judicial y la Corte Suprema de Justicia no accionan los mecanismos necesarios para que la Constitución y las leyes se cumplan. La Patria está en peligro.

Cuando el el Poder Legislativo no responde al mandato del pueblo que lo votó, la Patria está en peligro.

Todavía estamos a tiempo de recuperar la memoria de nuestras mejores gestas.

No dejemos que el odio oficial nos nuble el ánimo.

Recojamos las banderas de los patriotas que soñaron una patria sin cadenas.

(…)Que se levante a la faz de la tierra / una nueva y gloriosa Nación / Coronada su sien de laureles / y a sus plantas rendido un león(…) /(Para que ) Desde un polo hasta el otro resuene / De la fama el sonoro clarín / Y de América el nombre enseñando / Les repite ¡Mortales! Oíd: Ya su trono dignísimo abrieron / Lasprovincias unidas del Sud / Y los libres del mundo responden: ¡Al Gran Pueblo Argentino Salud! (Del Himno Nacional Argentino, Estrofas originales)

Ya que no supimos corregir a tiempo la planificada traición electoral pergeñada. Y que muchos de los dirigentes elegidos por el voto, pensaron más en su posición, que en el mandato popular consignado en 2015.

No votemos palabras, sonrisas, promesas y rostros. Elijamos a aquellxs que mantuvieron en alto sus convicciones, a pesar de los aprietes, persecusiones y condenas fraguadas.

(*) Conductor de Tejiendo Redes

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