Por Gabriel Fernández*
A lo largo de las últimas horas se consolidaron las candidaturas del Movimiento Nacional. Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner para la contienda presidencial; Axel Kicillof y Verónica Magario con el objetivo de afrontar la lucha bonaerense. El país ingresa de este modo en el tramo final de un camino complejo, sinuoso y portador de varias enseñanzas políticas.
Lo afirmamos en la Gráfica: la dirección del peronismo, encarnada por la ex presidenta, efectuó una revisión práctica de los modos de construcción previos y –desde hace unos dos años- comenzó a tejer acuerdos, promover acercamientos; resolvió abrir puertas. La preparación de listas sesgada sobre un solo perfil fue quedando atrás. Acompasado por la crisis inducida desde el gobierno, se abrió el diálogo interior.
Primero se observó el gesto hacia el movimiento obrero organizado: importantes referentes de la Corriente Federal de Trabajadores y de la Central de Trabajadores Argentinos fueron invitados a integrar las nóminas en los comicios de mitad de mandato. Una gran zona de desencuentro empezaba a disolverse. El mensaje hizo abrir oídos de otros sectores, que fueron realizando un sendero de confluencia.
En casi todos los distritos el kirchnerismo buscó coaligarse. Lejos fueron quedando las construcciones centradas sobre un solo agrupamiento; habíamos indicado tras la derrota del año 2015 que ese andar había sido percibido como sectarismo puertas adentro; de allí que el cambio de orientación resultara bienvenido, y exitoso. En Entre Ríos, 11 agrupaciones nacional populares formaron la asociación.
En 2018, la senadora nacional efectuó una jugada de gran audacia al plantear la perspectiva de una candidatura presidencial del líder cordobés José Manuel de la Sota. Aunque un accidente fatal quebró la iniciativa, el código morse fue comprendido. Luego, para refrendar la intención, levantó las listas propias y brindó un guiño de continuidad a la militancia peronista mediterránea que también fue leído como respeto a la autonomía del conjunto provincial.
Todo este andar estuvo presente en la narración fundada de La Señal. Mientras tantos colegas en otros medios bombardeaban el accionar peronista desde una posición oligárquica y otros lo hacían desde un perfil popular, detectando traidores y proponiendo un nuevo sectarismo, en este Aire y en estas Páginas fuimos observando lo que llamamos “La maravillosa experiencia del gigante al andar”.
En esa línea, Cristina se hizo eco de la inteligencia colectiva y propuso la candidatura presidencial al ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner y ex disidente ligado al Frente Renovador Alberto Fernández. En aquél sábado sorpresivo quedó presentada la oferta F – F. Facilitó así la continuidad de su base electoral, la más grande del país, pero también la integración de franjas peronistas que habían fugado en el último tramo del gobierno.
De paso, una rendija para capas medias que anhelan protestar contra el modelo económico liberal pero sienten recelo hacia quien fuera una jefa de Estado portadora de demasiadas cadenas nacionales. Como el deterioro económico prohijado por una gestión que piensa el país como una operatoria de negocios particulares no se ha detenido, entre los votantes que saltan del oficialismo a la oposición y aquellos que viran hacia opciones tangenciales (Roberto Lavagna, Alternativa Federal), el panorama peronista es auspicioso.
En consonancia con lo informado, la conducción del proceso pre electoral ofreció la gobernación bonaerense a Sergio Massa. Por demencia o porque la embajada no lo aprobó; por desear una construcción que no lo condicione, o por una equívoca evaluación de la experiencia randazzista, el tigrense dejó morir la propuesta como si se tratara de algo menor. Pero la misma trascendió y opera por estas horas como metamensaje de unidad. Todo suma.
Las gestiones se siguen realizando mientras escribimos estas líneas, pero a medida que pasan las horas se acrecienta la instalación de la dupla Axel – Verónica, que condensa la confianza de la conducción citada –cuya cúspide es Cristina Fernández de Kirchner y su intérprete artesano Alberto Fernández-, el respaldo de los intendentes y los sindicalistas, así como “el bueno ya está” de los gobernadores.
En el cuadro de situación, como decíamos, cabe incluir el problema político práctico que debe afrontar la coalición gobernante. Mientras la popularidad de Macri cae con una celeridad que genera vértigo, su figura no es relevable por alguna más amable, pese a la ilusión de sus empresarios cómplices advenidos en armadores políticos. Esto es: ni María Eugenia Vidal puede detener el descenso porque la objeción de las franjas medias al gobierno no se asienta en la figura presidencial sino en la acción económica de todo el espacio.
Vamos finalmente sobre una información que hasta ahora mantuvimos reservada y sirve para entender el enlace de las construcciones locales presentes con el andar Multipolar futuro. Un grupo que desde La Señal Medios estimamos confiable, va y viene de Buenos Aires a Roma, porta mensajes y sugerencias, y promueve vínculos entre las dos cúspides. Hace unos seis meses, el argentino que orienta El Vaticano le ha hecho saber a la argentina que orienta la campaña peronista, que brindaría su respaldo si se concretaban acciones en pos de la unidad.
El camino de Cristina ha sido inequívoco en ese sentido, al punto de levantar polvareda entre los más cercanos, y ahora está cosechando su carta de intención. Al visualizarse el ensamble del movimiento obrero, las organizaciones sociales, los gobernadores, los intendentes y las distintas agrupaciones internas, es posible señalar que estamos –sobre mediados del año electoral clave- en uno de los caminos de unidad más integrales que recuerde el Movimiento Nacional.
De ahí que quien firma esta nota haya cargado con energía sobre los núcleos ideológicos reducidos que no visualizan lo que tienen delante de las narices en su perenne afán de anticipar el destino.
Este domingo, el diario La Nación tituló con los “abusos en la Iglesia Católica”.
Es claro: las herramientas jurídicas y mediáticas con que cuenta el oficialismo, pese a ser de vigor, no alcanzan para deteriorar el desarrollo opositor. Las campañas que en otro momento –sólo tres años atrás- parecieron pasión de multitudes, hoy quedan circunscriptas a un puñado de versiones sobre presuntas escuchas ilegales que apenas sirven para llenar parte de la programación en baja de TN y Radio Mitre.
El presidente y su equipo de CEOS, jueces adictos y agentes de inteligencia van evidenciando sus límites.
Vale comparar las referencias y percibir el desnivel de calidad entre los planteles de los dos equipos que buscan un lugar en el tramo final de la Copa.
Todo puede suceder, nada queda asegurado. Sin embargo, la realidad está compuesta por tramas tan firmes como flexibles.
Tramas que se consolidan al moverse.
(*) Área Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal