diciembre 22, 2024

Marco mundial de la energía

Marco mundial de la energía

Por José Andrés Repar *

Está claro que el siglo XX fue el siglo del petróleo y el siglo XXI por ahora también lo es a pesar de que se abren varios interrogantes. Una mirada en este siglo de enormes posibilidades de cambios tecnológicos con alternativas energéticas desde mini-producciones domiciliarias a las megas centrales. A nivel mundial las reservas de petróleo después del año 2000 se han incrementado en un 61%. Hoy hay 270.000 millones de m3 (La argentina cerca de 400 millones de m3). Las reservas de gas evolucionaron de manera similar (54%) y hoy llegan a 200.000.000 millones de m3. (La Argentina apenas supera los 390.000 millones de m3 y Sudamérica alcanza los 7.500.000 millones de m3).

La relación reservas /producción en petróleo y gas se estima en 60 años. Es decir, la famosa predicción de que ya se superó el pico de hidrocarburos a nivel mundial, no es cierta. En estas tendencias persistentes de disponibilidades, en particular las potenciales reservas de los mares y de las propias rocas madres confluyen a considerar que la presencia de los hidrocarburos se prolongara durante el siglo XXI.

Las energías renovables como la eólica y las solar se presentan hoy con una dinámica de instalación geométrica. Frente a tal crecimiento de las renovables se conformó en los últimos meses del 2018 una sobreproducción de crudo que va a acotarse por decisión política con bajas en la producción y de nuevo precios del crudo a la baja. (en dos meses cayó 30%).

En eventos como el Congreso Mundial de la Energía (CME) se sitúan dos escenarios extremos: el escenario, más descentralizado (más autónoma), y el escenario más «orquestado» (más encuadrado). En ambos escenarios la composición de los futuros energéticos contempla el papel potencial de las energías renovables y los combustibles fósiles en el energético primario. Cerca del 20% de la energía mundial se halla en EEUU. Las tendencias en ese país son notables. El nivel de generación de energía eólica y solar de aquí al 2030 pasaría según el Departamento de Energía (EIA) al 35 % del total eléctrico.

Especialistas del sector de energía renovable pronostican que los objetivos se alcanzarán con «continuada inversión en tecnología, innovación, junto con sistemas de transmisión y almacenaje por baterías que provean acceso a zonas de alto potencial e integración con la red eléctrica». La industria distribuida de Estados Unidos apoya una base industrial doméstica en crecimiento. Los fabricantes pequeños de turbina eólica declararon otro fuerte año de exportaciones a países en todo el mundo. Se asume que los incrementos de hidroeléctricas y centrales nucleares mantendrán una tasa histórica levemente disminuida y las térmicas reducidas a su nivel técnico imprescindible como respaldo en muchos casos a la intermitencia de los vientos.

Estos escenarios son previos a Trump. Posiblemente Trump haga disminuir el crecimiento de la energía solar y eólica y entonces la térmica volverá a crecer en particular de la mano de las nuevas producciones no convencionales de shale gas y ahora también de shale oil. Trump no avala los presagios del cambio climático, por lo que no tiene pruritos de fomentar la generación térmica a base de hidrocarburos ahora ya no importados de países árabes y otros americanos como en décadas anteriores sino de producciones propias. Es aquí que le va a interesar que fuera de EEUU los combustibles sean caros.

El tema no es sencillo en Francia hubo estas semanas violentos disturbios contra el aumento de las naftas y ello puede continuar por toda Europa. Entramos en situaciones de tirantez en el mundo entre decisiones políticas de bajar la competitividad de los países industriales y engrosar las arcas de las grandes corporaciones de petróleo del mundo. Se abre entonces una confrontación sistemática con un final no previsible hoy… En la Argentina asistimos a un mismo escenario, depende de que las fuerzas nacionales y regionales puedan superar estos nuevos “aprietes” de las corporaciones que se hallan ansiosas de obtener ganancias similares a las que están obteniendo las corporaciones financieras.

* Ingeniero, miembro del IESO-Instituto de Energía Scalabrini Ortiz.

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