
Por Héctor Amichetti *
«Dicen que esta es una Catedral política. ¿Qué entenderán de política?. Sólo lo dirán los ignorantes de la fe que profesan, y los que temen que los cambios afecten su situación de privilegio». Diría Don Jaime de Nevares, quien durante 30 años fue Obispo de Neuquén.
«Don Jaime», para su querido pueblo neuquino, apoyó activamente las huelgas de los trabajadores del Chocón, denunció la marginación del pueblo mapuche y alzó con valentía su voz en defensa de los derechos humanos en Argentina.
Agustín Radrizzani, quien celebró la misa de hoy en Luján frente a una multitud de más de 800.000 trabajadores y trabajadoras, fue quien a principios de la década del ’90 reemplazó a «Don Jaime» en el obispado de Neuquén, siguiendo su misma línea de conducta.
«Existe un sistema globalizado de avaricia cuya expresión más sofisticada son los mercados financieros que lejos de poner los capitales al servicio de la producción son especulativos y solo generan plata para pocos y pobreza para muchos (…) hay que construir una alternativa humana a la globalización excluyente».
Fue el mensaje que bajó del altar para los hombres y mujeres que a lo largo de varias cuadras cubrían la ancha avenida (Que no es del medio), agitando banderas argentinas.
También para las organizaciones que los representan y que se esfuerzan por construir en unidad esa alternativa humana en nuestra querida Patria.
La reacción no se hizo esperar:
«Los religiosos criticaron con dureza el rumbo económico del gobierno», disparó de inmediato un titular del Grupo Clarín.
Los voceros a sueldo de quienes circunstancialmente se han apropiado del gobierno en Argentina, tendrán más letra desde ahora para fortalecer su teoría de una iglesia politizada que profundiza la grieta.
¡Catedral política!
¡Un verdadero escándalo!
La denuncia no partió hoy del encendido discurso de dirigentes políticos y sindicales subidos a un escenario.
Bajó desde un altar como sereno mensaje de pastores que se referencian en distintas creencias religiosas
Y aunque dijeron lo mismo… el valor es otro.
¡Patria Sí, Colonia no!
(*) Secretario general del sindicato Federación Gráfica Bonaerense y referente de la Corriente Federal de Trabajadores.