diciembre 19, 2024

Vaciamiento y desmalvinización

Vaciamiento y desmalvinización

Por Asunción Ayllapan *

El Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur atraviesa un proceso de vaciamiento, tanto edilicio como ideológico, que está en sintonía con la desmalvinización que pretende instalar el gobierno de Mauricio Macri en nuestro país. La disolución del Ministerio de Cultura y su degradación a Secretaría, junto con el decreto del Ejecutivo donde se autoriza a arancelar la entrada a los museos, remarcan la idea de una cultura para pocos, elitista y excluyente. Este proyecto político neoliberal no se interesa por la defensa de nuestra Soberanía Nacional ni por la democratización del acceso a nuestro patrimonio cultural e histórico.
Este museo, que fue inaugurado durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner como un espacio cultural y educativo donde se exprese la mirada del pueblo argentino sobre la Causa Malvinas, es actualmente sostenido por la labor cotidiana de sus trabajadores y trabajadoras.

Vaciamiento y desmalvinización van de la mano en este caso y se vinculan a la intención de este gobierno y sus funcionarios de dejar caer una causa tan sensible e importante para la historia argentina como lo es Malvinas. Desde que asumió la actual gestión se inició un proceso paulatino de desmantelamiento del espacio que se vio reflejado en el cierre de los espacios destinados a las infancias –como la eliminación de la Sala Multimedial Paka-Paka y de la proyección del capítulo “Zamba en el Museo Malvinas”, y el abandono del Parque de la Soberanía–, la falta de mantenimiento de su infraestructura edilicia tanto en el interior como en el exterior, así como de sus soportes multimediales.

A esto se le suma el desfinanciamiento de los proyectos educativos, museográficos y de extensión cultural. Incluso se han registrado casos donde los mismos trabajadores del Museo han puesto dinero de su propio bolsillo para llevar a cabo las actividades. Asimismo la modificación de salas fundamentales que hacen a la muestra permanente del Museo lo aleja de sus preceptos fundacionales de Paz, Memoria y Soberanía y relativiza los argumentos respecto de nuestros derechos soberanos sobre el archipiélago. El actual gobierno no quiso siquiera comprar la bandera Argentina, que hace meses ya no flamea en la entrada del museo.

La reciente y repentina renuncia de quien era su director, Federico Lorenz, incrementa el estado de incertidumbre en el espacio. Frente a esto, los trabajadores y las trabajadoras agremiados en ATE han decidido declararse en estado de alerta y movilización. No solo exigiendo estabilidad laboral, si no asumiendo la responsabilidad histórica de sostener una causa que es y seguirá siendo bandera del pueblo argentino.

A Macri no le importan las Islas Malvinas, para él son un gasto. Existe una decisión política de desmalvinizar que sistematizó a partir de diciembre de 2015 con la disolución de la Secretaría de Asuntos Relativos de Malvinas, en la Cancillería, y el cierre de todos los programas referidos a la temática tanto en el Ministerio de Defensa como en el Ministerio de Educación. Sin olvidar las veces que este gobierno “se olvidó” de poner las islas en sus plataformas comunicacionales. Incluso decidió dejar fuera de circulación el billete de 50 pesos que homenajeaba esta Causa.

Si usted entra hoy al Museo Malvinas podrá observar a sus trabajadorxs con las pecheras sindicales, como trabajadores organizados, comentando a las escuelas y a los visitantes no solo por qué las Malvinas son argentinas, sino también visibilizando el vaciamiento y la desmalvinización ejecutada por el Gobierno Nacional. Frente a las políticas de olvido y de entrega de nuestra soberanía, los trabajadores y las trabajadoras organizadas responden con resistencia y lucha.

* Delegada por ATE en el Museo Malvinas en la Ex ESMA

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