Por Valeria Rodriguez (*)
Cada 24 de marzo se conmemora el día de la memoria, para tener bien presente una de las etapas más oscuras de la historia nacional que transformó para siempre la sociedad y el sistema económico de la República Argentina.
La memoria es fundamental para reconocer las cosas que se hacen mal y no permitir que se vuelvan a repetir, es por eso que tiene especial importancia y no es casual que a este día se lo haya declarado como el día de la memoria.
A 42 años de aquellos fatídicos hechos que implican desapariciones, asesinatos y una fuerte manipulación mediática que permitió lograr una naturalización que finalmente concluyó con la construcción de la legitimidad social, podemos encontrar algunas similitudes con aquellos años pero con la diferencia de encontrarnos en una democracia new age.
No se puede pasar por alto que el golpe de estado no solo fue una dictadura cívico militar sino que escondía la imposición de un nuevo sistema económico neoliberal financiero que abrió la puerta a la especulación, el desguace de la industria nacional y al beneficio económico de figuras que casualmente hoy en día tienen el poder tanto político como económico.
Muchas de las políticas llevadas adelante durante aquellos años, hoy en día vuelven a desarrollarse pero esta vez en un contexto internacional más complejo en el cual la información está al alcance de la mano de cualquier persona, con lo cual ya no es necesario promover persecuciones y asesinatos directamente sino que es más sencillo manipular la información, así como también hacer uso de las herramientas judiciales para acallar aquellas voces que molestan al establishment.
Es así que nuevamente existen presos políticos en plena democracia, la primera fue Milagro Sala que cuenta con un fuerte trabajo social dentro de Jujuy y por el simple hecho de pronunciarse en contra del gobernador de esa provincia terminó presa, como si el hecho de ayudar a devolver los derechos de los excluidos y vulnerados por un sistema económico maquiavélico fuese un pecado.
Más tarde, como una réplica de lo que sucede en Brasil, una sucesión de ex funcionarios del Kirchnerismo terminaron encarcelados injustamente detenidos con prisiones preventivas con el justificativo de entorpecer las correspondientes investigaciones, incluso líderes sociales como Luis D’elía, Fernando Esteche y Jorge Yussuf Khalil también fueron implicados en causas y posteriormente detenidos.
Por primera vez se hace uso de la prisión preventiva para detener injustamente a líderes políticos.
Asimismo la defensa de D’elía y Zannini hicieron referencia a la causa de encubrimiento de la AMIA en donde están implicados un ex Presidente y un juez que jamás fueron apresados por intentar entorpecer la investigación,a pesar de que se demostró que cuentan con lazos de amiguismo político por lo cual era más probable que entorpecieron esa investigación. Pero a diferencia de las prisiones preventivas antes mencionadas, nada ha hecho la justicia sino que incluso se ha silenciado todo el proceso que hasta el día de hoy sigue vigente, es así que se demuestra de esta manera la manipulación judicial en torno a los funcionarios kirchneristas y los líderes sociales.
Todo este accionar no es una simple casualidad ya que toda la región transita un momento de transformación de la matriz económica, similarmente a lo acontecido en los años 70 pero esta vez la imposición de este nuevo sistema económico no se hace a través de golpes militares sino a través de golpes mediáticos y judiciales con el claro objetivo de eliminar cualquier señal de pensamiento popular, utilizando indebidamente instrumentos jurídicos para fines de persecución política, destrucción de imagen pública e inhabilitación de un adversario político.
Este nuevo golpe mediático y judicial, combina acciones aparentemente legales con una amplia cobertura de prensa para presionar al acusado y su entorno (incluidos familiares cercanos), de forma tal que éste sea más vulnerable a las acusaciones sin prueba y el objetivo central es lograr que pierda apoyo popular para que no disponga de capacidad de reacción y de esta manera neutralizarlo.
Cuando la mentira es la verdad
Todo ser humano tiene derecho a conocer la verdad y cuando ésta es manipulada impacta fuertemente en el individuo o la sociedad generando un prejuicio que justamente es funcional a quien o quienes manipularon esa información como una verdad indiscutible.
Actualmente, en nuestro país la manipulación de la información no solamente es mediática sino que también es simbólica, un ejemplo de esto es el caso de la mentira sobre la nacionalidad de Jorge Yussuf Khalil, a quien los medios masivos lo denominan como agente iraní, cuando en realidad es argentino. Pero lejos de aceptar esa verdad, simbólicamente se sigue cuestionando su nacionalidad incluso lo detuvieron en una celda de extranjeros, como si se obligara a olvidar la verdad para imponer la mentira que se quiere legitimar, incluso a costa de enloquecer al mismo protagonista.
Esto esconde la construcción de un estereotipo negativo en torno a Irán para continuar relacionándolo con algo que aún no se pudo probar.
Ahora bien, ¿cómo se logra contrarrestar estas acciones? Para contestar esta pregunta no se puede dejar de recordar a uno de los estandartes que nos dejó la dictadura, las Madres de Plaza de Mayo, a quienes se las vapuleó, se las trató de locas y hasta incluso se las denigró de la peor manera pero a pesar de eso continuaron fuertes con su lucha, lograron hacer que se enjuicie y se castigue a los dictadores y ayudaron a mantener la historia viva.
Será justicia
Como un capricho de la historia justamente el día de la memoria salieron de la cárcel Carlos Zaninni y Luis D’elia.
Una vez mas la lucha social obligó a la justicia a que precisamente actúe como tiene que hacerlo.
(*) Periodista de Radio Gráfica. Columnista de Feas, Sucias y Malas (sábados 10 a 12hs).