
Por Lucas Molinari (*)
El lunes se van a cumplir dos meses de la desaparición del submarino de guerra. Las hipótesis sobre lo que ocurrió no son muchas: o explotó por dentro o fue un ataque externo.
La versión que hoy publica la Oficina de Inteligencia Naval de Estados Unidos es que hubo un “evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión” que produjo el “colapso (implosión) del casco”.
Si traducimos esto es: NO HAY PRUEBA. “El casco fue totalmente destruido” plantea el informe y estalló en cientos de fragmentos que se precipitaron verticalmente hacia el suelo marino “a una velocidad estimada entre 10 y 13 nudos”.
Con una curiosa exactitud desde EEUU afirman: “La energía liberada en el colapso fue equivalente a una explosión de casi 6 toneladas de TNT”.
Respecto a los 44 héroes desde explican: “no se ahogaron ni experimentaron dolor. La muerte fue instantánea”.
Recorriendo los medios periodísticos a esta hora, lo toman como una verdad en sus títulos, ¿porque lo dice EEUU?
Cabe revisar la historia para dudar.
En diálogo con Radio Gráfica el perito naval Fernando Morales planteó: «esta versión es conveniente para abandonar la búsqueda, pero la verdad es que técnicamente es muy difícil de aceptar. ¿Que se hubiera desintegrado y al mismo tiempo hundido? No cierra mucho técnicamente. Es una mole de 2200 toneladas de acero, ni aún con un torpedo lo desintegras, el combustible no se desintegra, tendrían que haber aparecido cosas flotando y una mancha de combustible».
A la vez Morales afirmó: «esto es un tema empírico, si EEUU dice esto a base de cálculos, el gobierno argentino tiene que consultar a nuestros investigadores, al CONICET, porque esta versión así no se puede aceptar».
Mientras tanto los familiares están a la expectativa, muchos con la creencia a flor de piel, esperando en un milagro. Hay familias de Jujuy, Chaco, Santiago del Estero que dejaron todo hace casi dos meses para estar en Mar del Plata. El gobierno les garantiza la existencia material, como esperando que pase el duelo, ya que el Ministro de Defensa Oscar Aguad los dio a todos por muertos.
Cabe destacar que la versión de EEUU llega en un momento donde la búsqueda consta de una sóla embarcación argentina y la presencia rusa, que por pedido de los familiares parece quedarse un tiempo más. Luego el gobierno «pide presupuestos» a empresas especializadas, como la que rescató el Titanic. Se ve que la contratación directa en este caso no resulta adecuada.
En conclusión, según el especialista y su explicación el casco existe. Y la versión que hoy se publica es la adecuada para abandonar la búsqueda.
(*) Periodista de Radio Gráfica, conductor de Punto de Partida.