Por Lucas Molinari (*)
La CGT respaldando el conflicto docente por la paritaria. La convocatoria al 7 de marzo. El planteo de un paro nacional. Un plan de lucha al que hay que sumar un Ruidazo en preparación y en cada distrito peleas por la defensa de las conquistas. Sin ser triunfalistas, cabe señalar el músculo del pueblo argentino para defenderse de tanta violencia oligárquica. Pero ¿Cuál será la piña que logre el knock out?
Hay quienes se remiten a las consultoras, otros/as se guían por la experiencia de cierto “termómetro social”. Lo cierto es que Radio Gráfica a diario pregunta cómo viene la cosa. Vacaciones con muy poco consumo interno, un comienzo de ciclo lectivo con pocas compras. Ni hablar de la baja en el consumo de alimentos primordiales para la salud de nuestro pueblo, como la leche, carne, frutas y verduras.
¿Hay respuesta? Claro que sí. Todos los días nos llega información de clubes de barrio que se reúnen porque “así no se puede seguir”. Tarifazos que tienen un fuerte rechazo social. El movimiento obrero cuyas cúpulas se unen en plan de acción. Porque la crisis es una olla a presión. El proceso político demuestra que tanto la paritaria de la Asociación Bancaria como la docente, serán una muestra de cómo vendrá este año la pulseada capital-trabajo.
No cabe duda la tarea de Macri. Arrasar con todo. Principalmente con los convenios colectivos de trabajo. Hay ciertos despistados progresistas que no dan cuenta que la fuerza de nuestros sindicatos es a nivel mundial, de las más potentes. Vean cómo en Francia el colaboracionismo de algunos y la fragmentación de la lucha hizo que triunfe la flexibilización laboral.
Es por eso central la tarea de comunicar. Por ejemplo explicitar que si el canalla de Bonadío convoca a Cristina Fernández a declarar el 7 de marzo, su objetivo es dividir fuerzas en un día que será histórico. Porque el 29 de abril de 2016 muchos dirigentes gremiales se sorprendieron por la gran convocatoria. Las bases demostraron estar muy activas. Músculo firme para golpear. En esa ocasión faltó la decisión de la conducción para asestar una buena trompada al macrismo. No fue así. Vetaron la ley antidespidos y la dirigencia siguió dialogando.
Pero no estamos en los ´90. El camino de la traición es mucho más estrecho. Allí caen los Pereyra, firmando el convenio flexibilizado de los petroleros de Vaca Muerta, entre otros… Pero el Triunvirato para legitimarse debe ir a la pelea.
Es clave el rol de la Corriente Federal de Trabajadores. Ha planteado un programa político. Para discutir con la sociedad hacia donde tenemos que ir para lograr una patria justa, libre y soberana. A la vez rechazó los cargos en el proceso de unidad de la CGT marcando que no se estaba abriendo el juego a un recambio necesario. A la vez la Unión Obrera Metalúrgica con el Barba Gutiérrez en la secretaría de interior está jugando otro de los roles fundamentales.
La UOM marcha el 14 de febrero. Fue su aporte el que plantó en la comisión directiva de la CGT el plan de lucha. El 7 de marzo es central. De llegarse a un paro nacional el 30 de marzo el movimiento popular tendrá otras condiciones para pelear con esta Ceocracia. Vale destacar que la fecha es muy significativa, uno de los golpes mortales para la dictadura fue el paro y movilización del 30/03/1982. «Luche y se van» una de sus consignas.
No hay recetas, es cierto. Pero ¿cómo tumbar al macrismo? Es una pregunta que muchos se están haciendo. Pareciera hoy una obviedad que es por las urnas. Lo ratifican la mayoría de los dirigentes políticos. De allí que es importante que CFK juegue en unidad con esta disputa que encara el movimiento obrero. Para que muchos activos kirchneristas se den cuenta que es necesario un gran frente para ganarle a este experimento vendepatria.
Y saber que cada accionar militante de base, en lo estudiantil, barrial y sindical, es imprescindible. La unión de nuestra sociedad es la única garantía para que este gobierno se vaya. Y si dura 4 años, lograr reducir su capacidad de destrucción.
(*) Periodista de Radio Gráfica FM 89.3. Conductor de Punto de Partida.
