Por Ernesto Mattos*
Estos apuntes no tienen otra intención que delinear algunas cuestiones que podemos continuar reflexionando el momento actual. El signo de la alianza cambiemos ha tomado la conducción del gobierno y de las instituciones estatales con un programa económico1 sintetizado en cinco puntos: 1. Libertad de precios; 2. Libre movilidad de capitales; 3. Libre compra de dólares; 4. Desregulación del comercio exterior; 5. Endeudamiento externo (ver imagen).
Este plan económico no redujo la inflación y genero una cantidad de pobres que seguirá incrementándose sino se cambia la dirección de las políticas económicas. Primero consecuencia de las medidas políticas, independientemente del gobierno, fue que acelero el proceso de un frente sindical con las distintas centrales obreras, que como yapa tuvo el anuncio de la unificación de la CGT para el 22 de agosto de 2016.
La clase obrera da el primer paso histórico, necesario. Por otro lado, CFK en su discurso ante centenares de argentinos y argentinas en Comodoro Py dejo planteada la tarea de un “frente ciudadano” una metáfora de un deseo necesario en estos momentos y que las centrales sindicales han comenzado a caminar en dicha dirección. Como todo camino también tiene sus idas y contramarchas y por ello nos cabe una pregunta ¿Cómo constituir un Frente o un Frente Ciudadano? Primero, no perdamos de vista la premisa de que existen “los hombres que trabajan y los que viven de los hombres que trabajan.” En ese lugar, junto a los hombres que trabajan, encontraremos el camino para resolver el hilo de Ariadna, en este laberinto neoliberal que fue borrar la memoria del trabajador para suplantarla por formas efímeras que solo crearon una falsa coherencia, aunque la falsa conciencia es otra etapa de la discusión, primero vayamos por la construcción de una racionalidad que nos permita comprender la realidad del otro, del prójimo, y por ello solo nos cabe una pregunta: ¿cómo estabas antes del 10 de diciembre? Sobre esta pregunta, aunque el INDEC este apagado, hay que construir el sentido común y dialogar sobre esa falsa coherencia para tener un criterio entre un gobierno que está con los hombres que trabajan y el que no lo está. Porque hasta esta alianza de Cambiemos tuvo que reconocer que la economía crecio un 2.1% en 2015.
Y como todo paso dado tiene que ver con una determinación, una decisión que se basa en la memoria colectiva, subyace en esta memoria del pueblo argentino, sus experiencias de luchas a veces representadas en hombres que lograron aportar al pensamiento económico y político por su proximidad y comunión con la patria de trabajadores, uno de esos hombres fue John William Cooke, que nos deja un legado para la clase trabajadora que precisa reflexionar en conjunto sus decisiones ante un gobierno que “gobierna para los que viven de los que trabajan.” Ese libro se llama “La Lucha por la Liberación Nacional” acá hemos de encontrar una pista para la conformación de un “frente” que permita ir construyendo con el tiempo necesario otra racionalidad que permita ampliar la “base social” para la toma del poder por un camino democrático. Es una pista necesaria en este momento. Porque Cooke dijo: un clima de rebeldías individuales puede durar indefinidamente sin afecta al régimen que las provoca. Por ello: Si solamente se tratase de formular un programa con destino a la fuerza política a la que pertenezco, la tarea sería más fácil y mis enfoques ganarían precisión: expondría con vistas a un Movimiento unido en torno a una jefatura indiscutida, con un alto grado de disciplina y cohesión basadas en la comunidad ideológica y en motivaciones sentimentales. Pero, de la misma manera que declaro que no puede haber liberación sin el peronismo, reconozco que tampoco podrá hacerla exclusivamente el peronismo.
Como lo plantea Cooke, es preciso tener una panorama de la situación actual, plantear la cuestión nacional y social desde las políticas económicas que hoy están basadas en la reducción del salario, desandar el tejido social de contención que construyo el Estado en estos últimos años y acelerar la participación en áreas de libre comercio.
Porque tareas pendientes existen, como la modificación de la estructura productiva que permita salir de la situación de exportador de materia primas. Condición a la cual quieren situar a la economía nacional ante avances que se hicieron en estos últimos doce años, por ello, cuando vemos los firmantes del documento del Foro de Convergencia Empresarial encontraremos a los principales ganadores de estos primeros meses: Cámara Norteamericana de Comercio, Cámara Europea, Bancos, SRA, ACREA. Un detalle, el reciente endeudamiento para pagar la deuda con Paul Singer2 tuvo como principales prestadores aun 66% de Norteamerica y 25% de la zona europea.
Sin embargo, el desafío es la construcción de este “frente”, porque ya no basta con decirlo, ahora hay que continuar el camino iniciado en por el frente sindical, parte necesaria de cualquier proyecto de nación. Por ende, no hay que quedarse con que esto es algo novedoso sino que tenemos que volver a las raíces de los movimientos populares: peronismo y radicalismo. En ellos encontraremos, en sus intelectuales las pistas para esa concreción del “frente”. Los elementos que son parte de un movimiento de los hombres que trabajan deben buscar y recuperar la tradición de lucha para ponerla al servicio de una sociedad civil diferente a las sus “ideas” pensadas para otro contexto, actualizar la ideas y disminuir esa “falsa coherencia” de las cosas simples que se comprenden en la calle, poner los pies en el barro decía Arturo, no olvidarse que somos la gente de a pie. Por eso, fortalecer esa racionalidad es parte nodal de este frente para lograr un movimiento en debate y discusión pero con la unidad para la lucha de ser necesaria en la defensa del trabajo.
La construcción de racionalidad, conlleva la tarea de lograr “actualizar” la razón y una pasión que exprese la totalidad, esa totalidad es el pueblo organizado como emergente de esa construcción silenciosa que empezara Belgrano y Mariano Moreno y tuviera su punto más alto con los emergentes como San Martin, Rosas, Mariscal Lopez, Yrigoyen y Perón y luego con intelectuales que se apropiaron de la razón como Cooke, Rozitchner, Romero, Jauretche, Arregui, Scalabrini, Rosa, Puiggros y Milciades Peñas, Eduardo Jorge, Abelardo Ramos, Ferrer, Diamand, Prebisch para lograr unificar esa separación entre pasión y razón. De ellos nos surge otra pregunta ¿Quiénes son sus equivalentes actuales? Difícil de responder, pero otra pista está en el re-significar algunos conceptos “intelectual orgánico, el bloque dominante y guerra de posición” material para reflexionar y construir puntos en común, programas en común existen depende nosotros, porque la “derecha clásica aprendió que la rigidez” era de otro momento histórico, como bien planteo León Rozitchner en la “Izquierda sin sujeto”. Existe una tradición del pensamiento popular, lo que nos quieren hacer creer es que no existe, convencernos de la negación de ese pensamiento popular y de que la razón es de un sector y la pasión de otro.
*Economista-Columnista Económico de Radio Gráfica
