Por Lucas Molinari (*)
En el primer día de gobierno, Mauricio Macri fulminó la Ley de Medios con un DNU. Quizá la conquista más importante de la última década en cuanto a la construcción social que implicó la 26.522. Una muestra de lo que pretende la gestión de las corporaciones. El movimiento popular, si no responde con movilización y presión en las calles, será una mala señal hacia delante.
Nos están midiendo. El flamante Ministro de Telecomunicaciones, Oscar Aguad, declaró por estas horas: “La regulación de la Ley de Medios no va a subsistir en nuestro gobierno. Los medios van a competir libremente en el mercado y trataremos de ayudarle a los más pequeños”. Justamente lo que plantea nuestra ley es la competencia. Pero sin monopolios. Legislación tomada del articulado que por ejemplo poseen en Estados Unidos. Ese país que los gorilas tanto adoran. Pero cuyas mentes coloniales no les permite entender de qué se trata la soberanía.
Soberanía es diversificar el mapa de medios. El gobierno de Cristina Fernández no lo logró. Sabbatella fue un funcionario que no impulsó a los medios populares. Si bien aplicó el “Fomento”, subsidios para infraestructura y contenidos, no avanzó con las licencias. Así estamos al arranque de una etapa de destrucción liberal-conservadora. La gestión saliente prefirió armarse de “empresarios amigos”, muchos con prontuario que hasta se convirtieron en candidatos. Una política de comunicación que no aportó en la necesaria batalla de ideas en un año electoral.
Sin embargo al haber cambiado la etapa, es necesario debatir hacia delante. Sin movilización y presión en las calles, el macrismo no tendrá costo político. Nos miden como pueblo. Si no hay respuesta organizada, más lo espontáneo que pueda surgir, irán avanzando con más fuerza. No hay duda del objetivo de la nueva gestión. Son las corporaciones. Vienen a realizar una fuerte transferencia de recursos hacia los ricos. Es la revancha gorila del siglo XXI.
Pero la Plaza de Mayo que despidió a Cristina fue contundente. Demuestra que existe una fuerte base de conciencia en nuestro pueblo. La tarea de la militancia es convocar a la praxis política. La ley de medios no se toca y se defiende en la calle. También, claro está, en el Congreso. A no olvidarse que el macrismo no tiene la hegemonía. Tenemos un escenario político heterogéneo. ¿Qué rol va a cumplir el FPV con este DNU? Esperemos de defensa de lo conquistado. Pero el dato de época es que el debate político se horizontalizó. Quienes antes se paraban desde jefaturas sin arraigo, están ahora en medio de la asamblea del pueblo. Espacio que sólo tendrá debate y plan de trabajo político si los espacios organizados logran sintetizar propuestas en común.
(*) Punto de Partida / Radio Gráfica
