Bajo la consigna «Justicia por Lucas. Basta de Gatillo Fácil. Ni un Pibe Menos», este lunes 16 de noviembre se llevó a cabo un acto a una semana de que el joven Lucas Cabello fuese baleado por un efectivo de la Policía Metropolitana. En la intersección de Avenida Almirante Brown, Benito Pérez Galdos y Wenceslao Villafañe, conocida como ´Cinco Esquinas`, se manifestaron familiares del agredido, abogados que llevan adelante la causa y vecinos del barrio que también sufrieron situaciones de violencia relacionadas a las fuerzas de seguridad.
En declaraciones a Radio Gráfica, Rubén Heredia, padrastro de la víctima, informó que a una semana de recibir tres disparos «Lucas tiene una evolución favorable gracias al acompañamiento de vecinos y familiares». El joven «tiene la médula reventada por el disparo» pero aún así «está moviendo la mano derecha y el hombro izquierdo». Cabello ahora «tiene mucho miedo a la Policía, se acuerda de que fueron tres disparos y no ve la hora de recuperarse para poder declarar«.
Nahuel Berguier, uno de los abogados de la familia de Cabello, dio cuenta acerca de la actualidad de la causa judicial. «Se encuentra en un momento de producción de pruebas, declararon tres testigos que fueron muy claros. Vieron al efectivo Ayala disparar a Lucas». En cuanto al Policía agresor, Ricardo Ayala, indicó que «declaró el día jueves pero su coartada es muy floja. Ha dicho que Lucas estaba armado, cuestión que quedó totalmente desmentida por los testigos y, principalmente, por el acta que se labró en lugar del hecho sobre el charco de sangre que perdió Lucas. Allí se hallaron los tres casquillos». En esa línea ratificó que «no hay ningún elemento que indique que haya habido un enfrentamiento». Luego de la indagatoria «hay diez días para que se resuelva la situación procesal». Por parte de los querellantes reclaman «que sea procesado con prisión preventiva bajo la calificación de ´tentativa de homicidio agravado` al ser cometido por un agente de la fuerza de seguridad».
En la convocatoria también se hicieron presentes organizaciones sociales y políticas del barrio así como también instituciones que acompañan estos reclamos. Una de ellas es la Campaña Contra la Violencia Institucional, coordinada por Leonardo Grosso, quien reflejó que «acompañar a la familia en la calle para difundir y articular con abogados compañeros» es una manera de respaldar a los damnificados. El diputado nacional aseguró que de esta manera «se intenta construir este tortuoso camino de justicia, que es más lejana a los sectores populares». En ese sentido consideró importante «salir a pedir justicia y hacer públicos los casos para que la sociedad reacciones y empuje a la Justicia a trabajar».
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