El lunes 22 de junio en la sede de la Defensoría del Público de Comunicación Audiovisual, la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) presentó una investigación sobre audiencias de radio y televisión y consumos culturales en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. En el encuentro estuvieron presentes Cynthia Ottaviano, Defensora del Público de Comunicación Audiovisual, Liliana Elsegood, Secretaria de Extensión, Patricia Domench, Secretaria General, Claudio Escribano, Director del Departamento de Comunicación y Tecnologías de la Información, todos de la UNDAV, estudiantes de esa unidad académica y periodistas de FM Riachuelo y Radio Gráfica.
El estudio, que fue realizado a través de 500 entrevistas en profundidad a habitantes de los barrios porteños de La Boca y Barracas durante los meses de septiembre y octubre de 2014, revela que casi el 90% de los consultados escuchan emisoras radiales por medio de radio receptor, y sólo un poco más del 10% lo hacer por Internet. Además, el medio más utilizado cotidianamente por el pueblo del sur porteño es la televisión, pero la radio también es ampliamente escuchada.
El equipo de investigación estuvo coordinado por Rodrigo Ávila Huidobro de la Secretaría de Extensión y por Larisa Kejval, docente de la Carrera de Periodismo del Departamento de Comunicación y Tecnologías de la Información, ambos de dicha Universidad.
Las mediciones de audiencia y los consumos culturales están en el centro de la disputa política-cultural de este tiempo de la Argentina, porque históricamente fueron conducidas por los dueños de los medios concentrados, quienes pretenden ser los exclusivos narradores de la historia nacional. Esas mediciones en manos del poder económico miden a los medios populares como “otros” y definen el destino de la torta publicitaria.
“Este trabajo nos acerca a tener mayores niveles de conocimiento, y a partir de él ver de qué manera podemos seguir estableciendo políticas públicas”, destacó Ottaviano y agregó que si “la comunicación es un derecho humano, y no un mero negocio, además de un Estado que salvaguarde ese derecho, hay que empezar a conocer a esas audiencias que lo ejercitan todos los días”.
La investigación fue diseñada de forma conjunta por una Universidad del Estado creada durante la última década y organizaciones populares que trabajan la comunicación como FM Riachuelo y Radio Gráfica, porque “la Universidad no tiene el monopolio del saber. Reconocemos en las radios populares saberes, una construcción que nos antecede y de las que hemos aprendido muchísimo”, expresó Liliana Elsegood. Como una política de extensión de una Universidad del Bicentenario, desde “la UNDAV pretendemos tener un diálogo de saberes con el territorio. Vamos al territorio a aprender”, advirtió la Secretaria de Extensión.
El relevamiento es importante porque “nos permitió debatir sobre la comunicación popular y la batalla cultural con herramientas más sistemáticas”, señaló Manuel Ferraro, comunicador de FM Riachuelo. El estudio nos demostró “la vigencia que sigue teniendo la inversión en equipamiento y la reivindicación por la legalidad, la necesidad de ordenar el aire y que nuestras emisoras puedan ganar una presencia estable” en el éter, y remarcó “que sigue siendo la principal forma que los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y el sur del Gran Buenos Aires escuchan radio”.
Por su parte, el Director Periodístico de Radio Gráfica Gabriel Fernández subrayó que «construimos una radio para que se escuche; llegamos porque tenemos cosas para decir a la gente. Conocemos a nuestras audiencias, sabemos que están allí y son crecientes. Tenemos que trabajar fuerte sobre el conocimiento público de nuestros medios para que además de la escucha directa o de la lectura directa o de la observación directa a través de la cámara se instale el reconocimiento nominal”.
Las radios populares del sur porteño reafirmaron su compromiso para continuar implementado la ley, que significa poner en igualdad de condiciones de emisión a los medios sin distinción alguna y acceder a la legalidad mediante la adjudicación de licencias en los grandes conglomerados urbanos por parte de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.
“Por todo esto necesitamos licencias, plan técnico y publicidad del Estado para seguir viviendo y lo hacemos sostenido a través del trabajo”, remató Fernández.
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