Por Luciana Sousa*
A tan solo 48 horas de las PASO en la Ciudad de Buenos Aires, resulta una realidad innegable que un porcentaje mayoritario de los porteños sigue apoyando el proyecto del PRO. No solo por el abultado porcentaje que consiguieron las listas amarillas, sino por el importante respaldo que ha logrado la propuesta encabezada por Martín Lousteau, quien responde ahora políticamente a Elisa Carrió y Ernesto Sánz, aliados de Mauricio Macri.
En este contexto, si bien puede entenderse a ECO como una “lista colectora” del macrismo en la Ciudad, es sensato destacar que quienes votaron por esta propuesta buscaron diferenciarse de la gestión que el PRO ha tenido durante estos años; buscaron un cambio, por mínimo que fuera. Será interesante ver si quienes apostaron por esta lista pueden ser seducidos por el cambio que expresan, con mayor claridad, otras fuerzas.
Por otro lado, el Frente para la Victoria (FPV), que en algunas comunas ha presentado hasta once listas distintas, no logró en esta instancia ubicarse como la primera oposición dentro de la Ciudad. La falta de acuerdos en la unificación de las listas, la dispersión de esfuerzos mediáticos y la necesidad de explicar diferencias dentro del mismo proyecto político, entre otras causas, postergaron el objetivo común de ensanchar las bases kirchneristas en la Ciudad y propiciar un escenario de balotaje que enfrente dos modelos de gobierno verdaderamente distintos.
A pesar de ello, al día de hoy el FPV es la única fuerza política que puede frustrar la relección del macrismo en la capital, porque conduce desde hace doce años un proyecto nacional y porque, a pesar del fuerte respaldo en las urnas, en la Ciudad urge un cambio de modelo que propicie el acceso a la vivienda, que fortalezca la escuela y la salud pública, y que impida que siga creciendo la deuda, que tras ocho de gestión del PRO se ha cuadruplicado.
Para este desafío mayúsculo que enfrenta la lista que encabezará Mariano Recalde quedan aún dos cartas importantes por jugar: la primera, es la elección de un candidato a Vice que interpele a más porteños, y no sólo a su “núcleo duro”. En segunda instancia, y pasada ya la interna, será importante el apoyo y la participación que pueda hacerse desde el Gobierno Nacional, en particular desde la figura de Cristina, para despertar al electorado porteño que la ha respaldado en 2011 con el 35% de los votos.
LS / GF / RG
* Sin Zonceras / Radio Gráfica
