diciembre 22, 2024

Ivo Cutzarida: «Va a haber que meterle los cañones a la seguridad»

El sábado a la medianoche se cerraron las listas de candidatos a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Uno de los nombres que generó mayor sorpresa fue el del actor y director Ivo Cutzarida, quien tuvo un apogeo mediático en 2014 con su famosa frase «corta la bocha» y sus debates sobre la seguridad. Cutzarida será precandidato al Ejecutivo porteño por el espacio «Es posible», de la mano de los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá.

Entrevistado en Desde el Barrio por Carlos Aira y Carla Pelliza, Cutzarida explicó que «Adolfo (Rodríguez Saà) me llamó el martes pasado, me sentó en el despacho y me dijo `bueno, te llegó la hora de salir al ruedo`». Reconociendo que se embarcó en una tarea que implica «una responsabilidad muy grande», se describió a sí mismo como «una especie de Quijote. Voy detrás de mis ideales, detrás de mis cosas. Lo que sí tengo son principios que nunca he claudicado y creo que la ciudadanía está buscando alguien que hable sin caretas».

En esta dirección, el precandidato al Ejecutivo porteño afirmó que la «ciudadanía argentina me está pidiendo que me ocupe de sus problemas» y que «está pidiendo funcionarios que no se crean que son la reencarnación de un prócer, inventor del Himno Nacional o creador de la Bandera. Están pidiendo funcionarios que se ocupen de lo que se tienen que ocupar, que es ser un servidor público».

«Bueno, te llegó la hora de salir al ruedo»

Esa fue la frase con la que Adolfo Rodríguez Saá le propuso la Jefatura de Gobierno a Ivo Cutzarida.

Consultado sobre su relación con los hermanos puntanos, el precandidato contó que «hace cuatro años estoy yendo a San Luis y la primera vez que hablé con Rodríguez Saá fue hace una semana».

Explicó que en aquélla provincia estuvo llevando a cabo sólo iniciativas propias como «ir a aprender doma india e ir a trabajar. Hice una película que se llamó `Por un puñado de pelos`, con Nico Vázques, Carlos Valderrama y Rubén Rada. Tuve la oportunidad de recorrer toda la provincia. Fui haciendo amigos y este verano tomé la iniciativa de hacer temporada en Merlo, un lugar donde nunca se había hecho temporada de teatro. Produje dos obras, pateé la calle, volanteaba seis horas por día, conseguí todo por iniciativa propia. Se ve que esto llegó a los oídos de un político astuto, un político efectivo como es Adolfo (Rodriguez Saa) que me llamó el martes pasado, me sentó en el despacho y me dijo `bueno, te llegó la hora de salir al ruedo`».

«Corta la bocha es un pedido de justicia»

Con una larga carrera en el mundo artístico, Ivo Cutzarida resurgió como figura mediática al discutir sobre la seguridad en la Argentina y llevar como frase de cabecera el ya famoso «corta la bocha».

Consultado sobre el uso político y la incorporación de este concepto a su campaña como candidato al Ejecutivo de la Ciudad, Cutzarida explicó que «corta la bocha es un pedido de justicia. No es un pedido de venganza ni es un llamado al odio. Es un pedido de justicia a nuestros jueces, nuestros fiscales. Que se ocupen de la tarea más importante que les encomendó el pueblo y que es proteger la vida de los ciudadanos. Una vez que se ha protegido la vida de los ciudadanos uno se puede empezar a preocupar de otros temas. En eso se basa el constitucionalismo».

Para solventar su argumento, recurrió al filósofo Thomas Hobbes esgrimiendo que «fue uno de los pensadores políticos más importantes hace 500 o 600 años. Fue el primero que le empezó a poner los puntos al soberano, que en ese entonces era el Rey. Un soberano que adquiría su soberanía porque Dios se la otorgaba. Por primera vez empezó a poner los puntos y le dijo `sos soberano siempre y cuando puedas hacerte cargo de este punto. El contrato social se basa en que sos soberano mientras protejas la vida de los ciudadanos. El día en que vos no puedas hacer esto, dejas de ser el soberano`. Esa es la base del constitucionalismo moderno».

«Hay que ponerse la camiseta de la Selección nacional»

Enmarcado en la pelea política propia de todo año electoral, Ivo Cutzarida se corrió del debate. «Yo no soy ni justicialista ni en esa época (en su juventud militante durante la transición de la dictadura cívico-militar a la democracia) era radical. Yo estoy detrás de lo que hay que hacer y lo que hay que hacer no lo dicta un partido político ni una ideología. Lo dicta el sentido común y el sentido de justicia que no pertenece a ningún partido político».

En este sentido, explicó que lo que quieren los ciudadanos es que «los funcionarios, una vez que sean nombrados, se saquen la camiseta de sus partidos y se pongan la camiseta de la Selección nacional. Si yo soy el Presidente y soy de River, y Macri es el Jefe de Gobierno y es de Boca y yo no le paso la pelota una vez que nos llamaron para jugar en la Selección nacional yo estoy cometiendo un error muy grande».

«No le han pasado la pelota a los Rodríguez Saá en San Luis, no le han pasado la pelota a De la Sota en Córdoba, no le han pasado la pelota a Binner en Santa Fe, ni a Macri en la Ciudad. Tenían la posibilidad de hacer un gol y no se la pasaron. Eso tiene que cambiar. Hay que ponerse la camiseta de la Selección Nacional», agregó.

«Va a haber que meterle los cañones a la salud y a la seguridad»

En relación a la campaña que va a llevar adelante de cara a las PASO del 26 de abril,planteó que se trata de una gran responsabilidad pero que «estoy metido en política desde que salí del secundario. Todo lo que yo dije, la manera en que lo dije (es porque) se de lo que estoy hablando. No es improvisado ni `coacheado`. Yo no necesito que nadie me `coachee`». 

En cuanto a la gestión llevada a cabo por el PRO desde 2007, se mostró «muy de acuerdo con muchas cosas» pero «evidentemente hay que empezar a cambiar algunas y ajustar las tuercas en otras. Todos sabemos que la salud pública fue dejada un poco de lado y va a haber que meterle los cañones a la salud y va a haber que meterle los cañones a la seguridad».

Finalmente, planteó que «en la Argentina estamos en una guerra cultural. Una guerra entre la cultura del trabajo y la cultura de la vagancia. Entre la cultura del respeto por por la ley y la cultura del `me cago en todo`. Esto hay que tenerlo muy en claro y saber de qué lado está uno».

CP/GF/RG

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