Por Úrsula Asta *
El día internacional de la mujer da un puntapié para la reflexión. Hemos ganado mucho las mujeres durante la última década, hemos ganado de la mano del campo popular. Demandas en materia de trabajo, de educación y de política han sido consagradas. Eso da una nueva base para discutir los desafíos y ubica el techo más arriba.
Cuando hablamos de justicia social, hablamos de redistribución de la riqueza, del reconocimiento de derechos, de la representatividad política. La situación que vivimos las mujeres a pesar de los avances radica en que este es un problema histórico, de organización social. Y como tal, nos envuelve a mujeres, varones y a todas las diversidades que existen en nuestra sociedad.
A decir de Susana Sanz, hay dos pilares fundamentales para abordar el tema. Por un lado, la discriminación que sufrimos las mujeres en determinados campos sociales y la división sexual del trabajo. Entonces, la paridad es un desafío a alcanzar en el mercado laboral, en el hogar y en la participación política y representatividad.
Varios puntos a considerar
La informalidad laboral afecta en mayor medida a las mujeres. Al mismo tiempo, son más los varones con ocupación y no existe una equiparación en la remuneración percibida por unos y otras. Por su parte, hay una amplia ligazón de las mujeres a la economía reproductiva. Un campo no remunerado y casi ni siquiera considerado un trabajo. Es necesario, en ese sentido, lograr una conciliación social real sobre el trabajo no remunerado. A su vez, propiciar la participación de las mujeres en la organización cooperativa, en la comercialización y en la producción.
Más desafíos. Lograr licencias por paternidad que pongan en misma medida el tiempo de mujeres y varones es ganar derechos. Implica que ellos puedan gozar de su paternidad e implica un paso más para equiparar condiciones en el ámbito laboral y también en el doméstico. La inclusión de salas maternales en los espacios de trabajo es otro punto a concretar. Pero su existencia no debe ser sólo para el trabajo de las mujeres, sino también para el de los varones.
Las mujeres tenemos derecho a decidir sobre ser madres o no y cuándo serlo. Sobre este punto se abren varias aristas. Podríamos incluir la necesidad de que el Estado sea garante de dar la asistencia necesaria para poder decidir. En esa línea, debe instalarse el debate sobre si es necesaria la interrupción voluntaria del embarazo. Vivir una sexualidad, varones y mujeres, que sea libre y plena sin consecuencias. Para eso debemos tener las formas de control, que implican la información, el buen implemento de los recursos, la existencia de centros de asesoramiento, el acceso a los métodos anticonceptivos y el efectivo y urgente cumplimiento de la ley de Educación Sexual Integral en su conjunto.
La autonomía por el propio físico, lejos de ser un discurso liberal, implica poder decidir y también es una proclama al derecho de vivir una vida libre de violencias. Existe un discurso hegemónico que habla sobre seguridad. Mientras tanto, una mujer muere cada 30 horas en manos de su pareja o ex pareja. Esto implica, lisa y llanamente, que nos matan por la condición de género. Eso es inseguridad. Y este contra discurso debe levantarse aquí y ahora por quienes enarbolan las banderas de la justicia social.
Podrían seguir enumerándose situaciones que necesitan entrar en escena para la discusión. El “consumo” de los cuerpos de las mujeres por parte de los varones, el cumplimiento del aborto no punible en los casos de violación, de los cuales –por mencionar uno solo- el jefe de Gobierno porteño es enemigo ferviente.
La igualdad de género no atiene únicamente a las mujeres. Es responsabilidad del conjunto. Por eso, en un día en cual abunda la venta de flores, es preciso llamar a la reflexión y a la participación. Y aunque no es aquí el objetivo ir en contra de las flores, una posible reivindicación de este día es dar el contra argumento a ese símbolo. Cuando se amplían los derechos de las mujeres, se extienden los derechos de toda la sociedad.
UA / GF / RG
* Feos Sucios y Malas / Radio Gráfica