
Tras más de cinco años de búsqueda, el cuerpo de Luciano Arruga, enterrado como NN en el cementerio de Chacarita, fue identificado. El joven de Lomas del Mirador desapareció el 31 de enero de 2009. Previo a eso, Luciano era perseguido tras negarse a robar por pedido de la policía bonaerense de esa localidad. La familia descree de la versión que indica su muerte tras ser atropellado al cruzar la Avenida General Paz en esa misma noche.
“Esta causa no se cierra en el accidente, esta causa recién empieza”, declaró Vanesa Orieta, hermana de Luciano, en Punto de Partida. “La justicia no ha cerrado este hecho como un accidente”, informó.
En diálogo con Lucas Molinari, Orieta asentó la versión de los hechos que tiene la familia que tiene que ver con su secuestro por parte de la policía bonaerense del destacamento de Lomas del Mirador dependiente de la comisaría 8va. Recordó que denunciaron la desaparición de Luciano el 31 de enero de 2009 a la 1am. “Hay peritajes que se han realizado en el marco de la desaparición forzada de Luciano que arrojaron resultados positivos indicando que estuvo en el destacamento policial de Lomas del Mirador, estuvo en un patrullero y también en un descampado muy cercano a la zona. Allí, perros detectaron restos de él y unos patrulleros se mantuvieron durante el lapso de dos horas sin dar cuenta sobre lo que hacían en ese lugar”, relató.
Reflejó que “desde la 1am hasta las 3.30am, que aparece Luciano en la vía rápida de la General Paz, existen 3 horas que hay que investigar” y en esa nebulosa “la justicia tendrá que develar que fue lo que pasó”.
“Si el accidente no está muy claro, esto no se va a cerrar aquí”, fustigó.
Vanesa es una de las principales impulsoras de que esta causa no quede en la nada. En reiteradas ocasiones manifestó los aprietes que recibía su hermano para llevarlo a delinquir en beneficio de las fuerzas de seguridad locales.
En el aire de Radio Gráfica, añadió un dato que complejiza más el caso. “Hay que recordar que existe otra causa, en paralelo a la desaparición forzada, que está caratulada como tortura que recibió mi hermano el 22 de septiembre de 2008, meses antes de desaparecer”, rememoró asegurando que “recibió las torturas en ese destacamento”.
“Acá uno habla de responsabilidades judiciales, políticas y de encubrimiento”, disparó.
Según la versión que sostiene la familia de Luciano y diversos organismos, la policía bonaerense es la que está bajo la lupa.
Sobre las fuerzas destinadas a velar por la seguridad, Orieta recalcó que “la policía sigue siendo un enorme problema en la vida de las personas porque es la encargada de controlar el delito” que tienen que ver con “redes delictivas de jóvenes que son amenazados para salir a robar para ellos y hay que hablar también de delitos como la trata de mujeres, las salideras bancarias, la liberación de zonas, los expendios de drogas. Tienen el manejo de una cantidad de negociados turbios que ponen en riesgo la vida de las personas”.
Aseveró que “ponen en riesgo una democracia que hemos logrado conseguir y no podemos perderla”.
“La democracia tiene que ser cada vez más participativa y menos controlada por diferentes fuerzas que ocasionaron daños terribles en la historia de nuestro país”, concluyó Orieta.
MM / GF / RG