marzo 21, 2025

El Obispo Rojo

El Obispo Rojo

angelelliEnrique sabía que en días, horas, la muerte lo esperaba. No conocía la forma que tomaría.

Sus acérrimos enemigos controlaban cada uno de sus movimientos. Tenía el amor y el apoyo incondicional de sus filigreses.

En aquel obispado de La Rioja de los setenta, el Obispo Enrique Angelelli se puso al hombro la tarea de restituir, a través de la creación de la Cooperativa Aminga, el tan ansiado reparto de tierras.

Armó un puente de diálogo entre un grupo de terratenientes riojanos y campesinos.

A través de asambleas populares, fortaleció de recursos a quienes reclamaban por un justo reparto.

Creó vínculos entre representantes de la Iglesia, surgente del grupo tercermundista, inspirados en la doctrina de Medellín (1968) y del Concilio Vaticano II.

Sumó, sumó, sumó aceptando los riesgos que acarreaba.

Todo cobraba sentido si en ello la fuerza y la vida, se ponían en juego.

Mirada setentista, pura pasión.

En las Asambleas de la COODETRAL ( Cooperativa de Trabajo Aminga) participaban miembros de los » Cruzados de la Fe», grupo de laicos terratenientes riojanos que actuaron antes y durante el terrorismo de Estado, hostigando la tarea de Angelelli.

El nombre del grupo surge en las albores de 1973, tras haber echado a piedrazos e insultos a los sacerdotes Antonio Puigjané y Jorge Danieli. Nombres y apellidos conocidos formaban parte del grupo: Amado y César Menen, Ricardo Furey, Luis Alvarado Saavedra.

Si bien los terratenientes no se oponían al reparto de la tierra, querían ser ellos quienes distribuyeran y efectuaran la operatoria. Planteo que el movimiento rural rechazó.

Se realizaron movilizaciones y reclamos donde el movimiento campesino pedía mayor participación.

Surgió una nefasta figura que monopoliza el reclamo, Carlos Menen, quien contará con el apoyo de Angelelli para la candidatura a Gobernador de La Rioja en 1973.

El obispo creyó en él. Aceptemos que en los finales de los 80 muchos también lo hicieron.

4 de agosto de 1976, Chamical (La Rioja): a bordo de una camioneta Angellelli y Pinto sufren un accidente, como resultado del mismo el obispo muere, su cuerpo fue «rematado»en el piso con un objeto contundente.

Meses antes habían asesinado a los sacerdotes: Gabriel Longueville, Carlos de Dios Murias, Wenceslao Pedernera, Alfredo Leaden, Alfredo Kelly, Pedro Duffau y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti, éstos cinco últimos en la llamada «masacre de los Palotinos».

Enrique sabía que en días, horas la muerte lo esperaba.

4 de julio de 2014, llegó la sentencia, llegó la justicia.
Se da vuelta una pagina de la historia por la:
MEMORIA/VERDAD/JUSTICIA.

* por Alicia LadoAbramos la Boca / Radio Gráfica

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