El Diputado Nacional por el FPV y coordinador de la Campaña contra la Violencia Institucional, Leonardo Grosso, habló con Sin Zonceras sobre la Jornada que se lleva a cabo el 8 de mayo, asignado por la Ley 26.811 como Día contra la Violencia Institucional en homenaje a las víctimas de la Masacre de Budge.
Grosso definió a la violencia institucional como «toda acción u omisión por parte del Estado que violente derechos de individuos o grupos de personas: cuando la policía planta pruebas, cuando te dejan en una comisaría sin justificación, cuando te pegan, cuando te inventan una causa, o la policía deja impune algunos delitos, -explicó-. Nosotros hicimos un recorte de los temas policiales y judiciales, porque vimos que ahí estaban los temas más urgentes. La policía es una cara de la moneda, la justicia es la otra».
El Diputado se refirió a la emergencia en seguridad, dictada por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli: «Es una medida insuficiente porque en realidad se olvida de todo el otro proceso que tiene que ver con garantizar la reforma de las Fuerzas de Seguridad. Si uno quiere resolver los delitos complejos, que son los que causan el resto de los delitos, hay que sanear a la Bonaerense, esto es así: la que regula los delitos de narcotráfico, autopartes, trata de personas, armas, en la provincia de Buenos Aires es la policía», afirmó.
Grosso reconoció que «algunas de las propuestas suman, como el aumento de la policía, el equipamiento, la formación un poco más democrática. Pero si hacés una ley para que todos los que vayan en moto sean identificados como motochorros, eso resta. Hago una ley para prohibir excarcelaciones a presuntos portadores de armas, eso resta. Porque no resolvés el problema, atacás al último eslabón de la cadena; en vez de atacar al que vende armas, atacás al que porta. Hacés que mañana otro igual pueda acceder al arma».
Respecto al debate originado por la propuesta de reforma del Código Penal, Grosso opinó que provoca una «demagogia punitiva. El anteproyecto del Código Penal, que se elaboró con un montón de partidos, en realidad crea más delitos de los que se le adjudican, aumenta más penas de las que baja. Aprovecharon para tirar una frase que bloquea la discusión que tiene que ver con establecer un código de valores en la sociedad argentina que tenga por encima la vida y después la propiedad privada, -afirmó-. Por eso hacemos esta jornada en el Congreso Nacional; porque cada vez que agita la mano dura, más penas, más cárceles, más años, bala para todos, lo único que sucede es que tenemos más pibes pobres presos, más pibes pobres muertos, y los mismos niveles de inseguridad. Una sociedad segura no es una sociedad que castiga duro a los delincuentes, es una sociedad que no tiene delincuentes. Eso es discutir seguridad, y eso lo que vamos a hacer en la Jornada».
El diputado, referente del Movimiento Evita, aseguró que la inseguridad se combate con «el saneamiento policial, la Reforma del Código Penal, la reforma del Código Judicial, y el desarrollo económico y la inclusión social, no porque la pobreza sea origen de la delincuencia, sino porque la reconstrucción de los lazos sociales del conjunto de nuestra sociedad baja los niveles de violencia y de desigualdad en general».
En cuanto al saneamiento de las fuerzas policiales, destacó la necesidad de que “el Jefe de Policía vuelva al ser un civil. Porque al ser policía permite acciones corporativas que extorsionan al poder político. Y nosotros no podemos permitir que la policía extorsione al poder político”. Por otro lado, reclamó “el saneamiento y la democratización de la fuerza de seguridad. Si sabemos que hay miles de pibes que mueren en manos de policías, esos policías no pueden trabajar más en la fuerza. Necesitamos ir a soluciones concretas que permitan erradicar el foco del conflicto. Ahí la participación comunitaria organizada, es fundamental; una sola fuerza custodiando un territorio tan grande como la provincia de Buenos Aires genera discreción, corrupción, complicidad. Ahí funciona el control popular”.
Para finalizar, Grosso hizo un balance de la Campaña: “Hemos logrado dar el debate sobre la violencia institucional, y hemos sido catalizador de experiencias exitosas, territoriales, jurídicas, que venían trabajando sobre el tema y a las que le faltaba un punto de unidad. No necesariamente policías municipales, sino controlar civilmente, por arriba desde la política y la justicia, desde abajo, por la participación de los vecinos organizados”.
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