Horacio Gonzalez, director de la Biblioteca Nacional, dialogó con Gabriel Fernandez y Jorge Tierbach en Patria Grande Latinoamericana sobre «Historia conjetural del periodismo», material escrito y presentado por Gonzalez, para debatir la posición del periodismo y del periodista.
«Nadie permanece indiferente a cómo constituye el periodismo y el periodista el espacio que discutimos. De una u otra forma todos somos periodistas y el lector es el complemento y, casi te diría, el rival del periodista porque es un intérprete agudo. Vivimos un momento interesante donde el periodismo se ha sometido a la pregunta fundamental sobre los intereses que representan, sobre qué es una operación periodística», explicó el Director de la Biblioteca Nacional el núcleo de su presentación.
«Fuimos alojados en una empresa de aprendizaje rápida donde aprendimos lo que era el periodismo en un curso rápido. En los primeros tiempos del gobierno de Kirchner, había una primera hipótesis que era el fin de la neutralidad del periodismo e interpretarla como la forma con la cual intereses específicos y particulares presentaban sus propias posiciones como si fueran algo universal. Ese fue uno de los grandes mitos fundadores del periodismo, creer que se dice UNA verdad», dijo.
«Ahora estamos en una situación, similar a la del Siglo XIX, con muchos más diarios y grandes periodistas. Todo partido político, por más pequeño que fuera, tenía un diario. Cuando se establece el gran periodismo, La Nación está de algún modo a la cabeza de la profesionalización del periodista, invocando la objetividad del mismo como mediador de una verdad, en la década del 60 se empieza a quebrar con una revolución estilísitica, cuyo centro fue Tímerman, desobjetivizándola bastante. Y hoy está desobjetivizada. También, en un momento posterior, el país deberá restituir ciertas normas de objetividad, preservando estilos, pero con cierto respeto por la verdad» , analizó.
«El momento en que vivimos es, por un lado, interesantísimo porque permite el desarrollo de escrituras, polémica, surgieron plumas jóvenes pero con la condición de que en algún momento, para ser una Nación, se necesita una plataforma mínima de objetividad que sea un consenso sabiendo y explícito de sectores, masas populares, dirigentes, eso lo llamaría el ingreso real a la Era de la democracia informática», puntualizó.
«A la objetividad la podemos definir a la prosa que reflexiona sobre sí misma además de decir lo que tiene que decir. El gran debate se dará entre las grandes plumas que, aún defendiendo las posiciones específicas de cada uno, sepan emplear los recursos periodísticos», comentó Horacio.
«La noticia que no va en tu favor, también la tenés que decir y lejos de desfavorecerte, te daría una nueva legitimidad. El periodismo supera el faro simplificador mentira/verdad, construye una situación imaginaria sobre la base de una retórica que se ancla en una realidad» , explicó.
Horacio Gonzalez también analizó la incidencia del periodismo en la web en la profesión, señalando que los cambios se ven «en comprimir las notas, buscar fórmulas de fuerte llegada que no evitan vulgaridades, la vertiginosidad. Soy nostálgico del momento del diario en papel donde, el tiempo de las grandes ciudades era veloz y los diarios tenían que seguirlo de manera rápida. Hoy cuando leés los portales de los diarios se desjerarquizan las notas, te obliga a un profesionalismo sensacionalista permanente. La escritura es fácil, a los diez minutos se borronea la escritura para incluir algo que, por ahí, es lo mismo».
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